En esta ocasión voy a hablar de un lector de libros electrónicos llamado Wolder Mibook que he tenido durante un tiempo, casi dos meses. Se trata de un libro en el que se leen obras en formato electrónico que podemos comprar en internet o bien descargarnos gratuitamente desde muchos sitios webs que así lo ofrecen.
El funcionamiento de este lector es muy simple: basta encenderlo, navegar por sus menús, elegir el archivo del libro que queremos leer y abrirlo. De inmediato nos encontramos en la primera página del mismo y podremos empezar la lectura.
Este e-reader se caracteriza por ser uno de los más económicos que nos podemos encontrar en el mercado actualmente. A mí me costó 160 euros, aunque hay sitios donde cuesta un poco más y otros en los que los hay por un poco menos. Ya es cuestión de ponerse a buscar.
Sin embargo, es un lector electrónico con trampa. Sirve para lo que sirven todos los lectores, para leer libros, pero tiene una diferencia sustancial con los demás: su pantalla. Precisamente lo importante de un lector de ebooks es su pantalla, es lo más característico, lo más caro y lo que lo hace diferente, pero el Mibuk va por otros derroteros. Y es que la pantalla que tiene es LCD. Sí, sí, una pantalla normal y corriente de un ordenador o de un teléfono móvil, pero con la diferencia de que es en blanco y negro y no está iluminada. Pero no es tinta electrónica, y eso la hace muy diferente con respecto a la competencia. La primera diferencia es que consume muchísima más batería que la tinta electrónica. La segunda, que para os ojos no es precisamente buena, que es lo que interesa de la tinta electrónica.
Lo que más me gusta de este lector:
-Su precio es de los más bajos que hay en este tipo de aparatos. Por 140-160 euros no hay mucha variedad en el mercado y éste es uno de los más llamativos.
-Es de pequeño tamaño y cabe en cualquier bolso, con lo que se puede llevar encima con comodidad. Eso sí, es más grueso que otros de la competencia, no todo iba a ser bueno.
-La pantalla tiene muy buena respuesta, y el paso de página se hace de forma inmediata, a diferencia de las pantallas de tinta electrónica. Es lo mejor que tiene, la verdad, porque es rápida al obedecer instrucciones.
-Es cómodo a la hora de utilizarlo. En las manos se siente bien, no pesa demasiado, no molesta tenerlo en las manos y la lectura resulta cómoda. Los botones son cómodos de pulsar y están bien colocados.
-Tiene posibilidad de ampliar la memoria con tarjetas y permite escuchar música mientras se lee. La reproducción es buena y la calidad no está nada mal, pero lo veo una función secundaria que no a todo el mundo le interesa.
-Permite leer un montón de formatos de libros electrónicos, con lo que no tendremos problemas para leer ninguno. Es uno de sus puntos fuertes.
-Se puede leer con él en cualquier parte: en la cama, en la calle, en el transporte público... Es cómodo de llevar encima y no abulta demasiado. Además no se refleja demasiado la luz en la pantalla y aunque haya mucha luz ambiental no deslumbra por reflejos.
Lo que no me gusta tanto es lo siguiente:
-La pantalla es LCD, algo que hay que tener muy en cuenta. Cuando yo lo compré fue mi primer lector y no sabía esto, y me la dieron con queso. Parece que es lo mismo, pero en realidad esta pantalla no tiene nada que ver con una de tinta electrónica. La lectura no es tan cómoda, los caracteres no son tan nítidos y además la pantalla tiene parpadeo, como todos los monitores de ordenador. Apenas se nota pero está presente, y a la larga esto causa fatiga visual.
-Se vende a un precio bastante elevado que no se corresponde con lo que cuesta su fabricación. Los lectores de tinta electrónica son más caros, pero porque la pantalla está patentada y es una tecnología cara. Pero la pantalla del Mibuk es mucho más barata, aunque eso no se refleja de forma evidente en el precio. Para mí no debería costar más de 60-70 euros teniendo en cuenta lo que ofrece.
-La calidad de los materiales no es gran cosa. Todo es plástico y no está especialmente bien rematado. No digo que sea malo, porque no lo es, pero deja una sensación agridulce. Por una parte sirve para lo que es, pero por otra ni el diseño está muy cuidado ni resulta agradable. El mío algunas veces crujía bastante, según como se lo cogiera. Y para lo que cuesta, qué menos que tener una buena carcasa que lo proteja en caso de caídas.
-La batería sólo dura 20 horas teóricas. En realidad, a mí no me ha durado más de 14 horas leyendo, y si reproducimos música esto baja a menos de 10 horas (unas 8-9) de una carga a la siguiente. Y aunque en un principio parece mucho, lo cierto es que resulta ser todo lo contrario. Un lector de tinta electrónica tiene una batería mucho más modesta que la del Mibuk y sin embargo una sola carga es suficiente para dos o tres semanas de lectura continuada, porque donde se gasta energía es en pasar las páginas, pero mientras no se pasan no se gasta nada, aunque esté encendida. Así que se puede dejar siempre encendido que no pasa nada. El Mibuk sí gasta mientras está encendido, aunque no se pasen páginas, y por eso le dura tan poco la batería.
-La pantalla es de sólo 5 pulgadas, y eso es poco para leer con comodidad. Al final uno se acostumbra, pero un tamaño de 6 pulgadas o más es mucho más cómodo y satisfactorio, aunque sea más caro.
Resumen.
El que haya ido leyendo se habrá dado cuenta de que este lector me ha defraudado un montón. No está a la altura de la competencia, pero sin embargo se vende como si fuera lo mismo, aunque un poco más económico, y esto para mí es peligroso porque puede dar lugar a compras que luego decepcionan. Más que nada porque este aparato vale demasiado caro para lo que ofrece.
Si lo que se quiere es lo más barato que se venda, es una buena opción, pero como lector electrónico deja mucho que desear. No tiene ni la calidad ni la utilidad de un verdadero lector, y los resultados que ofrece son los mismos que nos da la pantalla de un portátil o la de un teléfono móvil.
Para mi gusto no tiene gran interés, y en mi caso me deshice de él tras unas cuantas se manas de uso, porque no me ofrecía lo que buscaba, porque estar cargándolo constantemente es un absurdo y porque la pantalla al final acaba cansando como cualquier otra pantalla de ordenador. Y para eso prefiero ahorrarme el dinero que cuesta este lector.
Recomiendo gastar un poco más, pero adquiriendo un lector con pantalla de tinta electrónica de verdad. En caso contrario veo más interesante seguir leyendo ebooks en el ordenador o en el móvil.