Naturaleza y Vida es una línea de productos para el cuidado y la higiene del cabello y el cuero cabelludo. Hace años tenía algún que otro cosmético adicional, como anticelulíticos. Los principiso activos de los productos Naturalez y Vida tienen propiedades fitoterapéuticas.
Todos los champúes Naturaleza y Vida tienen una textura especial, muy cremosa y dan poca espuma al utilizarlos debido a su elevada concentración. "Cada gota cuande más" ponía antes en sus envases, y es cierto, cunde algo más que otros, aunque todo depende del producto con que se compare.
De las múltiples variedades Naturaleza y Vida yo he usado varios: éste de camomila, el de ginseng, el de aloe vera y el anticaída para cabellos secos. Además mi madre usa habitualmente el anticaspa, que de paso le regula la secreción de grasa.
Lo malo es que no hay muchos puntos de venta, y no en todos tienen todas las variedades.
Existen asímismo mascarillas capilares: de enebro, para cabellos lisos, cabellos ondulados, con henna, etc.
Siempre incorporan una breve descipción de las propiedades de los extractos incorporados y su concentración en el producto.
El pH de estos champús es de 5.5 aproximadamente, por ejemplo puede ser de 5.5-5.7, el intervalo de confianza como se conoce a esta forma de expresión en estadística.
Y todos tienen un suave aroma parecido, muy agradable, sobre el cual se perciben las diferencias de cada planta particular, por ejemplo este que me ocupa huele algo a manzanilla, como cabría esperar.
Una aclaración, voy a hablar del champú a la camomila genuino, sin henna, porque hay una variedad de henna y camomila para cabellos rubios o teñidos en esos tonos.
El champú es de un color amarillo un pelín verdoso, un amarillo como de camomila muy cargada y da miedo que nos deje el cabello teñido cuando se ve por primera vez. Pero no lleva absolutamente nada de oxidantes, por ello sólo da brillo a los cabellos rubios o castaño claro.
Su mayor efecto perceptible es su poder suavizante, cosa de la misma camomila. Yo lo usaba a veces cuando tenía la melena apagada, como sin vida, para darle brillo natural y suavidad. Pero tan suave quedaba que se enredaba más a lo largo de la semana, y era más difícil alisarlo ( liso se me enreda menos que con sus suaves ondas naturales ).
Antes me merecía más la pena, pero ahora me quedo conotros productos más nuevos, que facilitan el alisado. No obstante sigo usándolos a veces por el placer que supone hacerlo y por sus buenos resultados.
Se venden en botellas de 300 ml, 400 ml en promoción, y casi todos los envases son de plástico pardo para proteger los extractos vegetales fotosensibles. El champú de camomila no es la excepción.
Los champúes tienen el tapón blanco a excepción de los plateados anticaída, con cierre tipo pestaña ( antaño era de rosca ) y las mascarillas presentan el tapón en color verde.
Todos ofrecen un tacto muy suave en las manos al enjabonar el cabello. Requieren bastante agua para poder emulsionarse bien y yo recomiendo no aplicarlo directamente en el cabello, rebajarlo un poco con agua en la palma de la mano, porque son muy espesos.
A la hora de comprarlos id con atención ya que hay tantas variedades que es fácil confundirse y llevar una mascarilla en lugar del champú o un champú para otro uso. Llevan el dibujo de la planta principal en la etiqueta delantera, además del nombre del producto ( Champú con camomila blablablá ) pero una servidora es muy despistada.
Comparado con la variedad con henna para cabellos rubios o castaños, en lo referente a los reflejos rubios yo me quedo con este champú antes que con su hermano porque el de henna no suaviza, al menos no tanto como lo hace este de camomila.
En ocasiones con un envase regalan un frasco promocional de 100 ml de otro producto Naturaleza y Vida con vuestra adquisición. Y todo eso por un precio que puede oscilar entre los 2.75 y los 5 euros, dependiendo del sitio de compra. Este precio es similar al de las mascarillas, y el formato es el mismo.