El Lush Champú Oceánico es un champú natural, libre de siliconas y otros componentes no muy recomendables para la buena salud de nuestro cabello.
Se trata de un champú sólido al que te acabas acostumbrando. Yo hasta lo encuentro mucho más práctico para ir de viaje porque me evita cargar con innecesarios envases de plástico.
Debes tener ciertas precauciones para conservarlo en adecuadas condiciones. Por ejemplo, que no te quede en superficies húmedas. Yo lo dejo siempre en una bandejita del baño.
Cunde bastante. A mí me da para unas 80 veces. Hay champús líquidos que no me duran tanto.
Mi experiencia personal con este champú es buena. Noto que tengo menos caspa lavándome la cabeza con él.
A la hora de lavarme la cabeza hago espumita en las manos con la pastilla y me la paso al pelo. Lo de aplicarte la pastilla directamente tiene la desventaja de que se te pueden quedar trocitos de jabón pegados que no se van con el aclarado.
Su precio no es excesivo. Cada pastilla cuesta 2,95 euros. Es más caro el champú líquido, incluido el de marca blanca. Si compras el pack que trae varias pastillas, te sale a 7,30 euros.
El resultado obtenido es bueno. Pelo bien lavado, sedoso, con volumen y con un ligero olor que se la ha pegado de la pastilla.
Hay cosas que debería mejorar. Por ejemplo el aspecto de la pastilla. No me gusta demasiado esas algas que se le ven como pegadas. Debe ser que yo estoy acostumbradas a pastillas más elaboradas y ésta pastillas de champú tienen aspecto natural al cien por cien. Casi parecen de fabricación casera.
En su composición encontramos limón, mimosa, jazmín, azhar, sal marina y algas. Todos ingredientes muy naturales que no dañan en absoluto el cabello.
Es, pues, un champú que puedes usar diariamente. Yo le soy bastante infiel con otros champús, lo reconozco. Me gusta variar. Alguna semana sí que me lavo la cabeza a diario con el Lush Champú Oceánico. El resultado es muy bueno.