La fragancia Kenzo, Flower, Eau de Parfum es una fragancia que usan mucho mi madre y mi hermana. Yo también la uso, pero no tanto como ellas.
Se vende en una botella sencilla, de cristal. Es un frasco que deja ver el contenido. Me gusta por lo original que es su diseño, con esa forma de tubo estilizado. Dentro del frasco hay una flor pequeña con tallo. La flor llega hasta el tapón de la botella.
Lo que no me gusta mucho es su aroma. Resulta cansino. Por eso no es uno de los perfumes que use frecuentemente. Violeta de Parma, Rosa de Bulgaria, vainilla, almizcle,... son las notas que percibes en una mezcla muy singular.
El aroma de esta fragancia cambia bastante con el paso del tiempo. La noto bastante distinta cuando me pulverizo y cuando se va asentando sobre mi piel.
Pierde mucho de su frescor inicial. Se va volviendo dulzona y es entonces cuando cansa.
Además su aroma es intenso, lo cual hace menos llevadera su dulzura excesiva, incluso en invierno.
Es un perfume que se te pega a la piel, a la ropa, al pelo, a las bufandas. En perdurabilidad hay que darle un 10.
No es nada barata. El frasco de 100 ml cuesta 68 euros. Pero suele estar de oferta. Yo lo compré rebajado a 58 euros.