Clinique Lash Power Mascara es un producto novedoso: se trata de una máscara termo-sensible de larga duracion, que se comercializa en dos tonos:
-Black Onyx (negro brillante): el mío.
-Dark Chocolate (marrón oscuro).
Promete un maquillaje de pestañas impecable durante doce horas y un desmaquillado ultrafácil con agua caliente, por lo que no necesita ningún producto desmaquillante para su eliminación.
**MI EXPERIENCIA PERSONAL**
La muestra que conseguí contenía 2.5 mL (aproximadamente un tercio del tamaño normal de venta).
El envase, de un color gris grafito muy elegante, es el característico de las máscaras. El cepillo es muy curioso: es mucho más fino y pequeño que los habituales, lo que permite acceder incluso a las pestañas más cortitas. También es curiosa la consistencia del rímel, más fluido de lo normal.
El producto aguanta bien las doce horas prometidas y las pestañas quedan muy largas, lustrosas y rizadas pero la gran decepción viene en el momento del desmaquillado. El rímmel no desaparecía con el agua caliente, por lo que decidí empapar un algodón desmaquillante en agua caliente y aplicarlo sobre las pestañas. Es una sensación bastante desagradable, ya que en ese momento, aparecieron sobre mis ojos y cara unos grumitos negros, como "pelotillas" y unos hilillos que me hicieron pensar que se me estaban cayendo pestañas. Nada de "fácil desmaquillado". Prefiero seguir utilizando un desmaquillador de ojos convencional. De hecho, y dada la grima que me produjo, no he vuelto a utilizarla.
En el "lado bueno", no lleva perfume y está oftalmológicamente testada, por lo que puede ser usada por usuarias de lentes de contacto y por personas con ojos sensibles. Eso sí, que resistan frotación y agua caliente a mansalva, claro...
Su precio es 19,50 euros en El Corte Inglés, pero aunque la encontréis más barata, mi recomendación es que compréis otra máscara de precio similar.