Lancôme ha creado la primera marca de pestañas con un aplicador con micro-oscilación. Su nombre es Oscillation Vibrating Infinite Power Mascara.
Es una máscara diferente con un cepillo exclusivo a base de polímeros. Su principal innovación es la de llevar en tan poco espacio un motor miniaturizado (unos 3 cm), con una pila desmontable (y reciclable).
Funciona manteniendo apretado el botón durante su aplicación, con lo que se consiguen unas 7.000 vibraciones por minuto que permiten distribuir perfectamente el producto en cada pestaña.
Esta máscara se presenta en un tubito convencional de color negro brillante con la característica flor de Lancôme en la parte del cepillo, que no es muy grueso pero sí bastante largo.
Se comercializa en tres tonos:
01 Black Motion (la mía).
02 Grey Power.
03 Ultimate Brown.
Para aplicar este producto, se coloca el cepillo en la raíz de las pestañas y se desliza suavemente hasta las puntas manteniendo apretado el botoncito.
**MI EXPERIENCIA PERSONAL**
Es una máscara divertida, de aplicación cómoda y sencilla. Deja las pestañas de un negro intenso y lustroso, muy definidas, curvadas e incluso más espesas. El resultado es muy sofisticado y la mirada queda impecable. Además, no deja grumos ni apelmaza las pestañas.
Otro aspecto positivo es que permanece impecable todo el día y se desmaquilla fenomenal con un desmaquillador de ojos para productos waterproof.
Como suele ser habitual en los productos de cosmética selectiva, su principal inconveniente es su elevado precio. Cuesta unos 35 euros. Me parece muy cara, creo que no vale lo que cuesta, ya que hay máscaras que cuestan la mitad con las que podemos obtener resultados similares.
Lo del vibrador es gracioso, pero me parece una completa chorrada.
No me parece razonable gastar tanto dinero en una máscara de pestañas. Prefiero invertir en otro tipo de "potinguillo".