Son unos de esos snacks, que están hechos de fécula de patata y queso entre otros ingredientes, que suelen dejarte las manos manchadas de diminutas partículas del producto y inevitablemente las manos tintadas de tonalidades anaranjadas con lo que nos obliga a pasar por el lavabo.
Como aspecto negativo, además de lo apuntado, debemos decir que tiene un alto aporte calórico, con lo cual no es muy amigo de aquellos que tengan problemas con el control de su peso.
Pero hablemos de cosas agradables, este snack es bajo mi punto de vista el rey entre los snacks con sabor a queso, pues al contacto con nuestra boca se muestre muy crujiente y esponjoso, con un sabor realmente rico, agradable y que recuerda al queso.
La verdad es que le han salido muchos imitadores y competidores, pero ninguno ha sido capaz de conseguir su sabor y textura, aunque sí que en cambio, han conseguido imponerse en el mercado a costa de ofrecer unos precios más bajos, que se acentúan más cuando nos referimos a marcas blancas, lo que unido a su prácticamente nula campaña publicitaria, han contribuido a la decadencia del producto pese a que mantiene su buena calidad.
En el sur tampoco es un producto demasiado fácil de encontrar, lo que contribuye a que se tienda a la compra de otras marcas.
Su poco atractiva bolsa, tampoco colabora especialmente en el éxito del producto, que como bien entenderéis os recomiendo.