Con independencia de las características técnicas, funciones o diseño, más o menos todo el mundo tiene claro que el auténtico corazón de un teléfono móvil es su batería.
Con la notable excepción de los dos o tres últimos Nokia que tuvo mi novia (y que murieron como consecuencia de fallos devastadores en sus circuitos), la mayoría de teléfonos de la gente de mi entorno acabaron por volverse inutilizables debido a que sus respectivas baterías habían cubierto, aparentemente, la totalidad de su vida útil.
Si lo pensáis un momento, la auténtica razón de peso a la hora de decidirnos por un móvil u otro, más allá de que el cacharro sea moloncete o pueda llevarnos por Internet con cierta ligereza, tendría que ver con las características de la batería.
Por desgracia, este aspecto, crucial para saber si vamos a amortizar o no nuestra inversión, se soslaya, invariablemente, dentro de las especificaciones técnicas de estos aparatitos, en favor de otras prestaciones más golosas para el comprador.
Así que, como consumidores, no nos queda otra que poner en común nuestras experiencias respectivas para, de este modo, intentar luchar contra la recalcitrante impresión de que los fabricantes punteros de aparatos electrónicos se están riendo abiertamente de nosotros. Por ello, dedicaré los siguientes párrafos a hablar de la batería LG SBPL0090902 Li-Ion 1000 mAh.
Como su nombre indica, esta batería se utiliza solamente en teléfonos móviles de la marca LG. Específicamente, venía incluida con los modelos CU920, CU915, KC910, KM900, KU990, HB620T, entre otros. Es decir, fue utilizada por la marca desde 2007 hasta 2009, aproximadamente.
Sus dimensiones son de lo más discretas. Unos 4,5 centímetros de largo, 3,5 centímetros de ancho y 0,5 centímetros de grosor. Además, es muy liviana. Tan sólo 28 gramos de peso. Como veis, cualquier aparato que lleve integrada esta batería, no tendrá que incrementar su volumen o masa hasta el punto de resultar incómodo para el usuario. Al menos, no por culpa de la pila.
Como casi todo lo que se fabrica en la actualidad, es una batería de iones de litio, por lo que no hemos de tener ningún miedo a recargarla con ayuda de, por ejemplo, un cargador conectable a la red eléctrica, aunque aún no se haya agotado por completo. De hecho, según he leído en alguna página web, no es recomendable que las baterías de litio se recarguen siempre cuando están totalmente agotadas. En lo personal, desconocía este detalle, de modo que aquí lo dejo. Cualquier consejo que contribuya a que nuestra batería dure un poquito más, me parece interesantísimo.
En el tiempo que llevo utilizando este producto (dentro de mi LG KU990 Viewty, obviamente), no he notado aumentos significativos de temperatura ni cuando está cargando, ni cuando estoy hablando por el móvil, ni cuando sujeto el teléfono entre las manos para sacar fotos, mandar mensajes o jugar a algún jueguecillo. Desde que, hace unos años, oí una historia acerca de un modelo concreto de móvil (ni siquiera recuerdo la marca) que explotaba al conectarlo al enchufe, siempre he tenido cierto miedo. Y más después de ser saber de buena tinta la tendencia que tienen los acumuladores de litio a sobrecalentarse por las buenas.
Tampoco he notado diferencias sustanciales de autonomía en los tres años que llevo dependiendo de ella para mis comunicaciones móviles. Su rendimiento durante los primeros meses ha sido esencialmente el mismo que durante estos últimos tiempos. Tal vez un poco menor, de acuerdo, pero nada destacable.
El tiempo de carga me parece bastante corto, en comparación con las baterías de los móviles que he tenido en el pasado. Cargar esta pila hasta los topes en un enchufe estándar, llevará entre 90 y 120 minutos, aproximadamente.
Sin embargo, la desventaja principal de la batería SBPL0090902 Li-Ion 1000 mAh de LG, supera, con mucho, los puntos positivos que he mencionado hasta ahora. Ese inconveniente no es otro que la escasa autonomía que se consigue con ella.
Como es lógico, sería injusto achacar a la calidad de la pila las ridículas 70 horas de tiempo en espera que suelo conseguir, y que llevo consiguiendo durante los últimos tres años, pero la verdad es que cabrea un poco. Naturalmente, ese tiempo se ve sensiblemente acortado (en un 50% aproximadamente) con un uso del teléfono moderado. A saber, realizar alguna llamada y disparar unas cuantas fotos.
Los muchachos de LG deberían ajustar algo mejor el consumo de sus terminales a la autonomía de sus baterías. Máxime cuando caemos en la cuenta de que mi móvil, el LG KU990, salió al mercado en 2007. Si mi autonomía me parece escasa, no quiero ni pensar qué será de aquellos que hayan adquirido un modelo tan popular como el LGK900, lanzando en 2009 a bombo y platillo con su conexión Wi-Fi y toda la pesca.
Lamentablemente, parece que la empresa sigue en la misma línea, puesto que modelos recientes como el LG Optimus 3D o el LG Optimus 2X cuentan con una batería de tan sólo 500 miliamperios-hora más de capacidad, 1500 en total. O mucho han conseguido pulir el consumo del teléfono, o estad preparados para recargar la batería dos veces al día. Desconfiad.