La Philips, Living Colors es una lámpara que peca de original. Tiene forma de esfera, con un tamaño considerable.
Se comercializa en plata, negro y cristal.
Además de su diseño original yo destacaría lo delicada que es. Al mínimo golpe te cargas la lámpra, que fue lo que me pasó a mí.
Es original hasta en el funcionamiento. Dispone de un mando a distancia para apagar y encender. Con el mando puedes cambiar el color de la luz y su intensidad.
El precio de esta lámpara es de 150 euros. Hay modelos más baratos en la competecia, pero no es lo mismo. Una imitación siempre es una imitación y poco tiene que ver con la calidad del producto original. Es preferible gastar unos euros más y llevar la Philips, Living Colors.
La principal ventaja que le encuentro es su bajo consumo. Yo la mía la he llevado a reparar (un sobrinito me la había roto con un balonazo) y estoy encantada con ella. Es original, se puede regular su luminosidad y consume poca electricidad. Queda perfecta en mi salón-comedor.