Las Ikea pinzas para spaguettis me están resultando muy prácticas. Desde que las uso para servir los spaguettis no me cae ni uno en el mantel.
Te valen tanto para servir spaguettis como para servir tallarines.
Yo, antes de comparlas, usaba un cucharón para servir spaguettis y también una especie de cuchara con palo largo que me había venido en un conjunto de cucharón y pincho de sujetar la carne.
No se puede comparar la comodidad a la hora de servir la susodicha pasta con las pinzas. Cada cosa es para lo que es.
No son nada caras. Me costaron 4,99 euros. Una ganga me parece su precio.
Su diseño está adaptado a su función. Tienen forma de cuchara con lo que es la parte que coge la pasta acabada en pequeños dientes redondeados y una pequeñas aperturas para que caiga el líquido. Están fabricadas en acero. El mango termina en un pequeño orificio por el que puedes pasar un cordoncito y colgarlas.
Tal vez las primeras veces que las utilices no las encuentres muy cómodas. Es cuestión de costumbre. Mi madre sigue sirviendo los spaguettis con cuchara. Yo me he acostumbrado tanto a estas pinzas que venden en Ikea que no sé servirlos sin ellas.