Enviado por...
invitado

Últimas opiniones
Incidencias

Si hay algún problema, no dudes en decírnoslo:

Acerca de:Jané Silla Slalom Pro
Ventajas:Nada
Desventajas:Todo
Tengo que reconocer que mi decepción con el carrito Slalom Pro Reverse de Jané ha sido monumental. Un artículo que ronda los 700 euros no debe ni puede permitirse el lujo de ser lanzado con componentes de dudosa calidad.

Más allá del hecho de que ya tenga conocidos a los que su carrito Jané les ha dado problemas en las primeras semanas de vida, creo que puedo centrarme en criticar el carrito valorando mi experiencia con el Slalom Pro Reverse (tras 4 meses de uso intensivo).

En primer lugar hay que decir que el carrito es bastante manejable, las 3 ruedas le dan versatilidad en ciudad y hacen que sea algo más manejable que un carro normal en caminos y pistas forestales; ahora bien, a pesar de poder manejarse con cierta comodidad en ciertos caminos, hay que tener en cuenta que el carro carece de suspensión con lo que el bamboleo del carro cuando vas por caminos es constante y, por lo que se refiere a sus límites, hay que valorar que el carrito no está capacitado para moverse con mediana soltura por terrenos con ligeras irregularidades, a saber: suelos con pequeños cantos o con pequeñas piedras y raíces que sobresalen del mismo, así mismo, olvidaos de manejarlo por terrenos con ligeros surcos fruto de las lluvias o el agua.

Las pequeñas irregularidades son suficientes para darte cuenta de que el Slalom Pro Reverse es un quiero y no puedo en lo que a “circulación” por caminos se refiere. Sus limitaciones son evidentes a los pocos minutos de rodar por pistas y caminos y, aunque siempre responderá mejor en esos terrenos que un clásico carrito de ruedas pequeñas, la mejora respecto a estos es tan escasa que no sé si justifica el precio. Recordad, no es necesario un terreno accidentado para que ruede mal, simplemente basta con pequeños cantos de un centímetro de grosor para comprobar que el niño se bambolea dentro del carrito como si aquello fuese el lecho de un río.

Por otro lado, me gustaría remarcar uno de los aspectos más penosamente negativos del carro, sus neumáticos. En una más que desafortunada acción de diseño, Jané ha creado un carrito “todo terreno” con unos neumáticos de una calidad lamentable que, en ocasiones, roza lo surrealista. El motivo de mi exacerbada crítica hacia los neumáticos es la cantidad de pinchazos que he tenido que soportar (¡sorprendentemente, todos en ciudad!), yendo por aceras y vías peatonales y sin adentrarme en terrenos especialmente difíciles. Como aficionado al ciclismo de montaña que soy, creo recordar que he pinchado algo así como… una vez en los últimos 7 u 8 años. Teniendo en cuenta que me he movido por terrenos infinitamente peores que los que ha hollado el carrito de mi hijo, no puedo sino asistir con perplejidad a la injustificable sucesión de pinchazos de los neumáticos traseros del carro.

Ni que decir tiene que la explicación de los pinchazos es muy sencilla. Incomprensiblemente, Jané decide crear unos neumáticos lisos y, salvo unas pequeñas hendiduras oblicuas, sin dibujo alguno, pues las ligeras estrías que poseían las ruedas traseras apenas duraron un mes (de hecho, si no fuese porque la rueda delantera no se ha desgastado hubiese dudado si dichas ruedas tuvieron esas estrías alguna vez). En definitiva, que los neumáticos traseros carecen, no sólo de dibujo, sino de grosor alguno en la goma que impida que cualquier objeto ligeramente punzante atraviese las cubiertas de la rueda con una facilidad pasmosa, más o menos, con la misma facilidad que correspondería en el supuesto de utilizar unos neumáticos de coche, de bici o de moto desgastados. Porque aquí radica otra de mis críticas: las cubiertas no es que sean lisas como los “slicks” de un vehículo de competición, es que son lisas como los neumáticos de un vehículo con ruedas desgastadas, por supuesto, ello conlleva un alto índice de probabilidades de pinchar bajo cualquier condición.

Continuando con la crítica de los neumáticos, el garrafal error de Jané a la hora de montar estas cubiertas en las ruedas del cochecito se ve superado con creces por la inexplicable decisión de montar unas llantas pesadas y anchas lo que, unido al enorme grosor de la goma de las cubiertas en los laterales de la misma (curiosamente, donde menos falta hacía, justo donde ninguna rueda de bicicleta, de coche, de moto o de triciclo tiene grosor), convierte las reparaciones de los pinchazos en una tarea titánica que puede demorar, en las primeras ocasiones, entre 40 y 60 minutos. La rigidez que otorga el mencionado grosor de los laterales de la cubierta nos empuja hacia una inenarrable lucha contra el neumático. Ni siquiera las herramientas especializadas para arreglar pinchazos de ruedas de bicicleta nos facilitarán la tarea, pues la rigidez de la cubierta es tan descomunal que tendremos que hacer un esfuerzo titánico para extraerla (y, tras reparar el pinchazo, para introducirla de nuevo). Ni que decir tiene que arreglar una cámara pinchada de una bicicleta es un juego de niños. Hacerlo con una rueda del carrito Slalom Pro Reverse no lo es, con lo que aquéllos que piensen que no van a disfrutar con estas operaciones de mantenimiento del carrito mejor que se abstengan de comprarlo.

Por otro lado, éste último inconveniente genera otro: dado que es muy complicado quitar la cubierta y tenemos que recurrir a la fuerza bruta para conseguirlo, la cámara interior se daña irremediablemente con cada pinchazo, pues obligamos a la misma a sufrir una inevitable fricción contra la rígida cubierta de la rueda (fricción que, como he comentado, es INEVITABLE).

En definitiva, que todos aquéllos que no quieran arriesgarse a tener ¡6 PINCHAZOS EN CIUDAD!, en apenas 3 meses de uso, que se abstengan de comprar este carro, porque les aseguro que va a sacar lo peor que llevan en su interior con cada cambio de rueda.

Si a todo esto le unimos que en la 2ª semana ya se nos había roto el eje de uno de las ruedas traseras, comprenderán que no puedo recomendar este carrito (ni ninguno de la marca Jané) a nadie que no quiera tirar su dinero. Me parece que tenemos que empezar a ser mucho más exigentes con productos que cuestan la friolera de 600, 700 o más euros. En definitiva:

PROS:

- Una vez quitado el cuco se pliega con facilidad.
- Es manejable en ciudad.
- Es manejable por caminos NO ACCIDENTADOS (entiéndase por accidentados que tengan unas pocas piedras, no más).
- Se puede llegar a cargar en vehículos no muy grandes (Renault Clio, Kia Río, etc.), eso sí, quitando los neumáticos traseros.
- Sin los neumáticos traseros, el chasis se pliega bastante más de lo que parecería a simple vista.

CONTRAS:

- De todo terreno no tiene nada, falla sin remisión en cualquier camino liso con ligeras irregularidades.
- Los que no dispongan de un turismo con maletero generoso van a tener que quitar los neumáticos traseros sí o sí. Dada la calidad del enganche que llevan los ejes de las ruedas no es descartable tener problemas con los mismos (como nosotros).
- Las cubiertas de los neumáticos carecen de dibujo y no parecen sino neumáticos desgastados (que no es lo mismo que neumáticos lisos con su dibujo y sus 2 ó 3 milímetros de goma). No sé si alcanzarán el milímetro de grosor en su superficie central, pero por la sensación que da al tacto lo dudo.
- Como consecuencia de lo anterior el carrito puede pinchar constantemente dentro del casco urbano de cualquier ciudad.
- Inexplicablemente, el tocho de goma de los neumáticos se concentra en los laterales, otorgando una rigidez a los mismos que convierte las reparaciones de pinchados en auténticas odiseas.
- Dada la rigidez de la cubierta, la cámara interior sufre desperfectos con cada reparación de pinchazos.
- IMPRESCINDIBLE llevar material de reparación de pinchazos de bicicleta: tiradores para sacar las cubiertas y bomba como Dios manda (la que proporciona Jané es de una calidad ridícula).
- El freno de disco del carrito es poco menos que de chiste, la calidad de los componentes es bastante discutible.
- El carrito no se pliega de manera cómoda cuando ponemos la silla en el mismo y, una vez lo plegamos con la silla, ocupa bastante.

Y nada más, que no le recomiendo este carro ni a mi peor enemigo. Hacedme caso, buscad otras alternativas y olvidaos de este penoso “todoterreno” que, para llegar a serlo, tiene que mejorar mucho en diseño, funcionalidad y, sobre todo, calidad de los componentes.

Un saludo.
Fecha:08:42:39 18/01/11
  • 1
  • 2
  • 3
  • 4
  • 5
Votos:no disponible.
Categorías:Hogar