Un día, dando una vuelta por Ikea en busca de artículos para renovar la decoración de casa, descubrí la Bañera Lattsam.
Resulta que por un precio casi ridículo (6.95 euros) nos ha dado un resultado fantástico. Realizada en un plástico blandito pero resistente, se comercializa en color blanco y en un azul intenso muy bonito, que es la que yo compré.
Aparte de que la Lattsam implica un gasto mínimo de agua a la hora del baño, la característica que más me gusta de ella es que es MUY antideslizante. Gracias a unas bandas que tiene en la parte de abajo (por dentro y por fuera), no se mueve ni un milímetro una vez que se adhiere a la bañera de adultos. Pero, además, el bebé está completamente seguro en su interior porque gracias a dichas bandas interiores, es imposible que resbale y se dañe.
Sus dimensiones son de 71×43 y 20 centímetros de alto. Es muy ligera, por lo que es perfecta si hay que transportarla. Además, tiene un agujerito por si se quiere colgar, se limpia fenomenal y sus dimensiones permiten que el bebé pueda jugar en su interior durante el momento del baño.
De hecho, si tuviera un pequeño desagüe, la Bañera Lattsam sería perfecta.