La empresa valenciana de calzado infantil Garvalín comercializa los zapatos infantiles de biogateo, unos zapatos especialmente diseñados para los primeros movimientos del bebé.
Destinados a bebés de 12 a 14 meses, se encuentran con facilidad en centros comerciales y pequeños comercios.
Los zapatos infantiles de biogateo poseen características específicas que los diferencian del resto de zapatos del mercado:
- Su suela tiene ranuras de distinto grosor para dotar al zapato de flexibilidad.
- Permiten la correcta transpiración de los pies infantiles y evita que puedan producirse rozaduras.
- Su diseño estimula la musculatura del bebé en la transición del gateo a caminar.
- Están reforzados en la puntera.
En mi opinión, lo mejor de estos zapatitos es que no son nada rígidos ni pesados, por lo que el niño no se ve obligado a hacer un gran esfuerzo al moverse. Por otra parte, si el bebé ya camina, este zapato le proporciona la sujeción suficiente gracias a su flexibilidad y su diseño ergonómico.
También me parecen dignos de mención su piel microperforada, su plantilla extraíble y anatómica a prueba de bacterias y sus bonitos diseños y colores, tanto para niños como para niñas. Los de mi hijo en concreto, son de un bonito color camel, combinado con teja y caldero, perfectos para combinar con su ropa más sport.
El único inconveniente digno de mención es el de siempre en estos casos: el precio. 40 eurazos por un par de zapatitos que cabe en la palma de la mano y que en unos meses quedan inservibles, es realmente caro pero, en fin, con la salud de los pies (sobre todo la de los peques) no se juega.