Uno de los hoteles que más me gustan de Córdoba es el Hotel Los Omeyas. Está ubicado en pleno casco histórico, muy cerca de la mézquita.
No es un hotel para ir con coche porque está en una zona donde el tráfico de vehículos particulares está restringido. Pero es perfecto para hacer turismo porque puedes ir andando a todos los sitios más interesantes de la ciudad.
El hotel es precioso. Me gustó más por dentro que por fuera. Todas las habitaciones dan a un patio interior y cerca de la pequeña recepción hay una cafetería muy mona. Suelos de mármol, mesas con hierros forjados, decoración andaluza por todas partes.
Nuestra habitación era espaciosa. Tenía tres camas y no había falta de espacio. Estuvimos cómodos, sin lujos, con una decoración algo antigua, pero que hacía que te sintieras como en una casa andaluza típica.
Me llamó la atención no encontrar secador de pelo en el cuarto de baño. No es que no lo hubiera sino que lo tenías que solicitar en recepción. El cuarto de baño tenía una bañera grande que me vino perfecta para mis baños relajantes.
Lo que sí me decepcionó es que no nos sirvieran zumos de naranja naturales en el desayuno. Eran zumos de cartón y gracias. Lo que no faltaba era mantequilla de la buena, mermeladas y aceite para untar el pan.
Me agradó que me dejaran un ordenador portátil. Así pude conectarme a la Red de redes desde mi cuarto. La conexión era gratuita.
Tampoco me cobraron extra por la plancha que pedí en recepción.
En cuanto a comer en el hotel olvídate. No tiene restaurante. Pero hay restaurantes muy interesantes por la zona.