Hotel Ola Marioris: a 22 kilómetros de Palma
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Scarlett2000
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Incidencias
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Acerca de:Hotel Ola Marioris [Mallorca]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
El hotel Ola Marioris es un hotel perfecto para vacaciones en familia con niños incluidos.
Es el típico hotel al que te apetece llevar a tu suegra porque seguro que se encuentra en su salsa. Fue lo que sintió la madre de mi marido. Entró en la habitación que le tocaba y no echó nada de menos su casa.
Yo, en cambio, esperaba bastante más de un cuatro estrellas. Ver en mi cuarto un televisor antiguo casi me produce una depresión. Ni lo encendí.
El televisor hacía juego con la colcha de nuestra cama de matrimonio. Me recordaba las colchas antiguas antiguas que tenía mi abuela en su casa cuando yo era pequeña: chillona, con un tejido duro y unas rayas que parecían sacadas de un pijama de presidiario.
Menos mal que todo estaba muy limpio. Tanto las habitaciones, los cuartos de baño como las zonas comunes estaban como los chorros de oro.
Me desagradó que las señoras de la limpieza no unas horas que no eran adecuadas para una familia en vacaciones. Protesté y al día siguiente pensé que tenía que limpiar yo la habitación: vinieron a las dos de la tarde. Ni tanto ni tan poco.
Fueron bastante cutres con geles y champú. Estaba todo tasado como en tiempos de guerra.
El hotel Ola Marioris es un hotel que me dejó un poco decepcionada. Tenía ventajas, sí, pero no compensaban ciertos inconvenientes que te daban el día.
Entre sus ventajas destacaría la terraza que tenía nuestra habitación, el armario grande, la amplitud del cuarto de baño, el sofá-cama,... Ah y el mini-bar que no suponía ningún extra.
Con el mini-bar flipamos. Tenía unas bebidas que mi marido decía que eran rusas. Serían rusas, pero emborrachaban que daba gusto. Tomamos un par de copas de una botella que no habíamos visto en nuestras vidas y acabamos piripis. Menos mal que estaba mi suegra para ocuparse de las niñas.
Comer en el hotel no os lo recomiendo. Es como comer en casa de tu suegra: mucho pollo, ensalada, croquetas y embutidos para parar un tren.
Pero no nos aburrimos. El hotel cuenta con un minigolf que hizo las delicias de mi marido y con muchas actividades para los más pequeños de la casa. Tuve a mis niñas muy entretenidas.
No nos salió cara la estancia porque todo iba incluido. Tenías wi fi gratis, deportes gratis, animaciones para mayores y niños gratis, jacuzzi gratis,...
El hotel está en un sitio apartado. Está bien comunicado mediante autobuses, algunos de ellos gratis, con Palma. Pero si quieres fundir la tarjeta puedes ir a un centro comercial que hay a dos pasos.
Es el típico hotel al que te apetece llevar a tu suegra porque seguro que se encuentra en su salsa. Fue lo que sintió la madre de mi marido. Entró en la habitación que le tocaba y no echó nada de menos su casa.
Yo, en cambio, esperaba bastante más de un cuatro estrellas. Ver en mi cuarto un televisor antiguo casi me produce una depresión. Ni lo encendí.
El televisor hacía juego con la colcha de nuestra cama de matrimonio. Me recordaba las colchas antiguas antiguas que tenía mi abuela en su casa cuando yo era pequeña: chillona, con un tejido duro y unas rayas que parecían sacadas de un pijama de presidiario.
Menos mal que todo estaba muy limpio. Tanto las habitaciones, los cuartos de baño como las zonas comunes estaban como los chorros de oro.
Me desagradó que las señoras de la limpieza no unas horas que no eran adecuadas para una familia en vacaciones. Protesté y al día siguiente pensé que tenía que limpiar yo la habitación: vinieron a las dos de la tarde. Ni tanto ni tan poco.
Fueron bastante cutres con geles y champú. Estaba todo tasado como en tiempos de guerra.
El hotel Ola Marioris es un hotel que me dejó un poco decepcionada. Tenía ventajas, sí, pero no compensaban ciertos inconvenientes que te daban el día.
Entre sus ventajas destacaría la terraza que tenía nuestra habitación, el armario grande, la amplitud del cuarto de baño, el sofá-cama,... Ah y el mini-bar que no suponía ningún extra.
Con el mini-bar flipamos. Tenía unas bebidas que mi marido decía que eran rusas. Serían rusas, pero emborrachaban que daba gusto. Tomamos un par de copas de una botella que no habíamos visto en nuestras vidas y acabamos piripis. Menos mal que estaba mi suegra para ocuparse de las niñas.
Comer en el hotel no os lo recomiendo. Es como comer en casa de tu suegra: mucho pollo, ensalada, croquetas y embutidos para parar un tren.
Pero no nos aburrimos. El hotel cuenta con un minigolf que hizo las delicias de mi marido y con muchas actividades para los más pequeños de la casa. Tuve a mis niñas muy entretenidas.
No nos salió cara la estancia porque todo iba incluido. Tenías wi fi gratis, deportes gratis, animaciones para mayores y niños gratis, jacuzzi gratis,...
El hotel está en un sitio apartado. Está bien comunicado mediante autobuses, algunos de ellos gratis, con Palma. Pero si quieres fundir la tarjeta puedes ir a un centro comercial que hay a dos pasos.
Fecha:08:35:54 01/10/12
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
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