Hero Baby natillas: las natillas que saben a vainilla
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Scarlett2000
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Acerca de:Hero Baby natillas
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Unas natillas que tomamos toda la familia, no sólo las niñas son las Hero Baby natillas. A mí me encantan. Me gustan más que las que les prepara mi suegra a las niñas.
Son unas natillas que encuentras suaves en el paladar y que no tienen ningún grumo. Te las venden en tarros de cristal bien de 250 gramos o bien de 125 gramos. En este último caso son packs de dos unidades.
No te salen nada caras. Cada tarro de 250 gramos cuesta 1,10 euros. Multiplico por cuatro y por menos de cinco euros tengo un buen postre para toda la familia sin matarme yo en la cocina a trabajar.
Los tarros de cristal ahora los estoy tirando en el contenedor de reciclado de vidrio porque tenía un montón. Pero los puedes guardar para hacer conservas al baño de María. Se reciclan muy bien.
Estas natillas me saben bastante a vainilla. Son dulces, pero no dulzonas. Una cucharada pide por otra. Mis niñas aprovechan el tarro hasta el final.
Resultan muy prácticas porque no hay que calentarlas. Se consumen tal cual. Abres el tarro. Te fijas que hace plof la tapa. Señal de que están en perfecto estado. ¡Y a comer!
Al poder tomarse directamente del tarro son perfectas para llevar de viaje o bien cuando llevas a las niñas al parque a jugar por las tardes. Son una merienda muy práctica. Además notas que te llenan, que te quitan el hambre.
Si te sobra, puedes meter ese tarro que has abierto en la nevera. Se te conserva en buenas condiciones unas cuantas horas. Mejor es consumirlo recién abierto. En la nevera pierde bastante sabor ese tarro que no se ha consumido al cien por cien, pero una tiene que aprovechar la comida, no tanto por necesidad sino porque es una enseñanza más para las niñas. No está mal que aprendan pronto a que no hay que desperdiciar la comida.
Son unas natillas que encuentras suaves en el paladar y que no tienen ningún grumo. Te las venden en tarros de cristal bien de 250 gramos o bien de 125 gramos. En este último caso son packs de dos unidades.
No te salen nada caras. Cada tarro de 250 gramos cuesta 1,10 euros. Multiplico por cuatro y por menos de cinco euros tengo un buen postre para toda la familia sin matarme yo en la cocina a trabajar.
Los tarros de cristal ahora los estoy tirando en el contenedor de reciclado de vidrio porque tenía un montón. Pero los puedes guardar para hacer conservas al baño de María. Se reciclan muy bien.
Estas natillas me saben bastante a vainilla. Son dulces, pero no dulzonas. Una cucharada pide por otra. Mis niñas aprovechan el tarro hasta el final.
Resultan muy prácticas porque no hay que calentarlas. Se consumen tal cual. Abres el tarro. Te fijas que hace plof la tapa. Señal de que están en perfecto estado. ¡Y a comer!
Al poder tomarse directamente del tarro son perfectas para llevar de viaje o bien cuando llevas a las niñas al parque a jugar por las tardes. Son una merienda muy práctica. Además notas que te llenan, que te quitan el hambre.
Si te sobra, puedes meter ese tarro que has abierto en la nevera. Se te conserva en buenas condiciones unas cuantas horas. Mejor es consumirlo recién abierto. En la nevera pierde bastante sabor ese tarro que no se ha consumido al cien por cien, pero una tiene que aprovechar la comida, no tanto por necesidad sino porque es una enseñanza más para las niñas. No está mal que aprendan pronto a que no hay que desperdiciar la comida.
Fecha:07:30:44 24/10/12
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Votos:no disponible.
Categorías:Alimentación
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