Le compré el Garnier Olia 4.0 Castaño Tinte a mi madre porque el tinte que usaba llevaba amoníaco y le estaba estropeando bastante el pelo.
El Garnier Olia 4.0 Castaño Tinte es un tinte que no lleva amoníaco y te cubre bien el pelo, sobre todo las canas. En concreto este castaño. Y lo mismo puedo decir de los tonos rubios que uso yo.
Es un tinte que te aplicas como todos los tintes de teñirte en casa. Yo me enfundo los guantes que vienen en la caja, mezclo el líquido revelador con el tubo de crema en el aplicador, agito bien y me lo aplico echando más cantidad en las raíces.
¿El resultado? Un pelo bien teñido, brillante, con aspecto natural.
Siempre espero una media hora larga para que el tinte me cubra bien. Después me aclaro la cabeza, la lavo con un buen champú, me pongo acondicionador. No siempre uso el acondicionador que trae la caja porque para mí es muy poco cantidad. Apenas trae una muestra. Suelo ponerme acondicionador del mío, uno que tenga por casa y esté usando.
Yo estoy muy contenta con estos tintes. En total tienen 21 colores, muchos rubios y castaños. Los rubios son los míos. Los castaños son los de mi madre. A ella le encanta el Garnier Olia 4.0 Castaño Tinte que en su pelo no queda nada oscuro porque tiene bastantes canas.
Lo que no encuentras en esta marca son tintes estrafalarios. Nada de azules o verdes o ese rosa horrible que se puso la semana pasada mi hermana en una peluquería y casi nos mata del susto cuando la vimos.
Para mí estos tintes son perfectos. No me dañan nada el pelo y aguantan un montón. No importa que te laves la cabeza todos los días porque el color se mantiene en bastantes buenas condiciones. Yo si me vuelvo a teñir es porque la raíces crecen.
No son tintes nada caros. Me costó en el supermercado 8,95 euros. Los he visto a vender en bastantes supermercado y también en perfumerías. Son tintes fáciles de encontrar.