El Hotel Polamar es un hotel perfecto para pasar unos días de sol y playa en Santa Pola. Nosotros nos alojamos allí hace un par de semanas con las niñas y lo pasamos genial.
Nos dieron una habitación con vistas a la playa. Se te iban las penas al levantarte y asomarte por la ventana. Una playa llena de gente da mucha alegría, sobre todo a los que somos urbanitas convencidos y convencidas como es mi caso.
Pese a estar en una zona muy turística no tuvimos tantos ruidos como yo esperaba. Pasamos unas noches bastante tranquilas. Sólo oías algo los ruidos procedentes de la terraza del restaurante si dejabas las ventanas abiertas.
Nuestra habitación era grande y muy luminosa. No era una habitación lujosa. Encontré algunas como los colchones. Se notaban viejos y muy usados. El de nuestra cama era demasiado blando.
Tampoco era lujoso el cuarto de baño, pero la ducha funcionaba de maravilla, con una buena presión del agua y un agua caliente que salía bien caliente enseguida.
Quedamos algunos días a comer y a cenar en el restaurante del hotel, más por las niñas que por nosotros. No te sale muy caro el menú. pagamos como mucho unos treinta euros por cabeza. Os recomiendo muy mucho las paellas que preparan en el restaurante. Estaban deliciosas.
Cuando estuvimos nosotros el hotel estaba lleno hasta los topes. Pero estaba todo muy limpio, tanto la habitación como el cuarto de baño o las estancias comunes. El personal es muy profesional y muy amable.
El hotel tiene sus años, pero está bastante bien cuidado. Es un hotel que te sale bien de precio y en el que ahorras un dinero en desplazamientos porque tienes la playa delante de la puerta.