No soy muy de concentrados energéticos no porque no me gusten sino porque les tengo mucho respeto.
El Isostar, Actifood lo compro siempre en su versión manzana. Lo venden también en versión melocotón, pero no me va; se me hace pesado en el estómago.
En cambio, el de manzana me siente divinamente. Puedo tomar la botella completa sin que mi estómago proteste.
Es un concentrado energético de mayor calidad que los geles de este tipo que venden otras marcas de la competencia. Lo notas en que le encuentras muchos trocitos de manzana. Lleva un 20 % de manzana.
Para tomarlo no debes masticarlo. Se traga bien. Es así como te hace más efecto.
Cuando no tomo la botella completa, guardo en la nevera lo que queda. Lo guardo dentro de la misma botella que es donde mejor se conserva. Lo puedes tener unos cuantos días en la nevera perfectamente. Pero a mí me gusta más tomarlo sin meter en la nevera. Esa media botella que guardas noto que pierde sabor.
De precio sale muy caro. La botella me cuesta 2,60 euros. Una pasta.
Me tomo este concentrado energético cuando voy al gimnasio a machacarme. Esto viene a ser una vez a la semana más o menos. Después de hacer ejercicio, me tomo mi botella. Quedo nueva. Me deja muy revitalizada.
No es para menos porque lleva un montón de vitaminas. Cada botella aporta 186 calorías.
El envase resulta práctico. Es una botella de plástico que cierra con un tapón de rosca. Debes beberlo directamente de la botella. Mi madre, quien también se toma este concentrado energético, lo echa en un vaso; cosa que no se debe hacer.