Otro de esos alimentos que siempre han estado en mi hogar desde que tengo conciencia, los he disfrutado en muchísimas ocasiones desde que era niño, bien sea como postre o, sobre todo, como parte de la merienda de las tardes.
Ahora es mi hija la que los sigue consumiendo de modo habitual, se los pongo en su bolsita de la merienda que se lleva todas las mañanas al cole.
En mi caso y el de mi pareja, los consumimos de manera más esporádica, bien sea solos o bien como ingrediente de algún postre, como la deliciosa tarta de queso, que me encanta por cierto.
El sabor de estos quesitos es intenso, sin ser demasiado fuerte, resultan cremosos al paladar y se deshacen en la boca con bastante facilidad. Las cajitas que compramos nosotros, traen 16 porciones o quesitos. Esto es 250 gramos de queso en dos pisos, perfectamente colocados y envueltos en papel alumínico.... Su envoltorio cuenta con un sistema de abre fácil muy útil, una tira de plástico rojo, que al tirar de ella rasga el envoltorio de aluminio.
Resulta ser un alimento muy nutritivo, lleno de energía, calcio y proteínas, muy recomendable para los niños en edad de crecimiento.