Hace un par de meses decidí hacer una escapada de fin de semana a Barcelona, ya que es una ciudad con muchísimos atractivos y prácticamente desconocida para mí.
Elegí este hotel porque quería algo cerca de la estación de Sans, céntrico pero no tan caro, y en una zona tranquila. En ese sentido tengo que decir que acerté totalmente, pues el hotel fue todo lo que esperada.
Desde la Estación de Sans se llega andando en 5 minutos, es un edificio grande que se ve desde lejos. En recepción nos trataron muy bien. No tuvimos ningún problema con la reserva, y fueron bastante rápidos.
La habitación estaba muy bien, era bastante nueva y tenía una decoración sobria muy agradable. Me gustó que tuviera mucha luz natural, aunque no me hubiera importado que fuese algo más espaciosa. en cuanto a limpieza y estado de los muebles, sábanas o baño no tuve ningún problema.
Pagué algo menos de 120 euros por dos días, sin desayuno. Por lo que vi en hoteles similares por la zona, el precio estaba bastante bien. Quedé muy contenta con la estancia, y repetiría si tuviera que regresar a Barcelona.