Esposende es una ciudad portuguesa que está cerca de Galicia, en concreto pertenece al distrito de Braga.
Es una ciudad que a mí me recuerda mucho las ciudades gallegas y su entorno por su verdor, sus calles empedradas, pero ahí acaba el parecido. Las casas son típicamente portuguesas, con fachadas revestidas de azulejos.
La vez que estuvimos allí veníamos de Oporto, que está a unos 50 kilómetros. Nos habían dicho que hay unas playas dignas de visitar y así es. Son playas en las que puedes pasear tranquilamente porque casi no tienen gente. Debe ser por lo fría que está el agua. Nosotros nadamos un rato y casi salimos congelados eso que estábamos todavía en el mes de agosto.
Dejando atrás las playas y sus dunas, merece una visita el paseo marítimo, sobre todo si tienes niños. Puedes llevar a tus críos a la zona de juegos infantiles. Mis niñas se lo pasaron pipa mientras servidora iba a ver una exposición en el Centro Marítimo de Esposende.
Nosotros pasamos el día completo en esta ciudad. Acabamos cenando en O Buraco, un restaurante donde sirven unos pescados deliciosos y muy buenas carnes de ternera también.
Esposende no es un destino turístico muy conocido. De ahí que sea una ciudad tan bien cuidada y que tenga unas playas todavía sin masificar. Esto no quiere decir que te vayas a aburrir. Si vas al centro de la ciudad, por ejemplo, encontrarás mucha marcha por la noche, m las terrazas de los restaurantes.
Os recomiendo Esposende sobre todo por sus playas. Son amplias, con dunas, con poca gente, tranquilas, con vegetación... Me encantaron.