Un hotel que me encanta en Benidorm es el Villa Venecia Hotel Boutique. Me gusta por su ubicación en el caso antiguo de la ciudad, por los servicios que presta, por las maravillosas vistas al mar y a la playa que tienen las habitaciones.
A nosotros nos dieron una habitación que tenía un balcón con vistas al mar y mesa y silla para sentarte a leer o a mirar el televisor de plasma que había sujeto a una pared. ¿Televisor en el balcón? Sí y casi mejor que el de la habitación.
La habitación no era excesivamente lujosa. Estaba decorada en tonos pastel, tenía una cama de matrimonio grande con un colchón cómodo, estaba bien insonorizada, era luminosa. El cuarto de baño también era grande. Había una bañera de hidromasaje estupenda.
Nos quedamos a comer en el restaurante del hotel. Servían unos palitos de cocina mediterránea que nada tenían que envidiar a los menús de los restaurantes de la zona. También frecuentamos el bar. El bar del Villa Venecia Hotel Boutique tiene la terraza metida en el paseo marítimo.
Me llamó la atención que el spa no fuese grande. Tenía de todo, pero agobiaba un poco por su escaso espacio. Yo me apunté a los masajes. Tienes que pedirlos.
Estuvimos en el Villa Venecia Hotel Boutique sin las niñas. Yo no iba muy convencida porque Benidorm no es una ciudad que me inspire mucho romanticismo. Fue genial y todo gracias a las magníficas instalaciones del Villa Venecia Hotel Boutique.
El hotel está muy limpio. Tiene unos trabajadores muy profesionales, sobre todo los camareros del bar y del restaurante. Enseguida te traían lo que les pedías.