El pang es un juego que me recuerda a mi adolescencia, a cuando quedábamos en los recreativos.
El funcionamiento es muy sencillo. Tienes que reventar globos con flechas. La complicación está en que a medida que vas reventando los globos, estos se dividen en dos y cada vez hay más globitos botando y si alguno de esos globos de roza, estás muerto.
Por tanto, no es simplemente un juego de puntería, también hay que disparar con un poquito de cabeza para no tener la pantalla llena de pequeños globos saltando y rebotando por las paredes y es que al principio la pantalla no presenta obstáculos y sólo rebotan contra el suelo y los laterales de la pantalla, pero a medida que vas pasando pantallas crece el grado de dificultad y aparecen ladrillos y medias pareces contra las que rebotar.
Es un juego bastante dinámico e intuitivo, aunque conviene conocer ciertas cosas para que todo marche mejor y es que de vez en cuando aparecen objetos que te permiten mejorar tu rendimiento, como son flechas dobles, flechas fijas que sirven de barrera o el reloj, que hace que todas las bolitas se queden congeladas unos segundos, facilitando que tu las puedas romper.
Puedes jugar solo o en pareja sin ningún tipo de problema. El rendimiento es igual de bueno independientemente del número de jugadores.