Desde hace años vengo usando este producto y siempre me ha resultado un gran aliado en mis problemas con los talones. No es que lo use regularmente, porque no es así, sin embargo he podido comprobar que en cuanto la primavera empieza a calentarse para dar origen al verano, mis pies empiezan a reclamar su dosis de atención.
No sé a qué se debe. Normalmente le echo la culpa al calzado que utilizo, pues al ir al trabajo con traje y corbata, también el calzado que uso es bastante "tradicional"; es decir, cerrado aunque el mercurio marque 40º a la sombra. Y eso no puede ser bueno.
Luego llego a casa y lo primero que hago es descalzarme como si en el interior me hubiesen puesto tachuelas y nota algo muy parecido a la libertad, aunque os parezca exagerado. Lo malo es que me aparecen grietas y durezas.
Aprovecho entonces para ducharme y una vez que tengo los pies bien secos, me aplico esta crema masajeándome los pies hasta que consigo su total absorción (que no es fácil y lleva su tiempo, porque la piel de los talones no es igual que la de otras partes del cuerpo).
Por la mañana, después de ducharme hago la misma operación y al cabo de pocos días se nota como nuestros talones están suaves e hidratados. Además, otro de los efectos de esta crema es que actúa como desodorante.
Y durante todo el verano sigo utilizándolo, a fin de cuentas es una rutina que nunca estorba. El precio es bastante económico ya que se trata del clásico tubo de plástico como tantos que podemos observar en los departamento de cosmética e higiene de cualquier supermercado.
La crema, aunque algo espesa, es fácil de extender y su aroma es muy agradable.