Me alojé en este hotel con mi marido hace un par de semanas, porque nos habían invitado a una boda y el banquete era ahí. Además en el hotel había una oferta para la gente de la boda, y nos pareció la mejor opción. La primera impresión fue muy buena, la entrada es muy amplia y nos atendieron enseguida, y la decoración, con tanta luz y espacios abiertos, a mi me gustó mucho. Tiene un diseño moderno y cuidado con mucha iluminación natural, muy chulo.
La habitación era de lujo, muy bonita, cómoda y con unos ventanales que cubrían toda la pared, y es que a mi me encanta la luz natural. Además las vistas al parque de la Expo y al pabellón puente son espectaculares. El baño también es muy cómodo. El diseño, sencillo en tonos claros era muy acogedor. La habitación es amplia, de sobra para alojar a a dos personas con total comodidad. En general, la habitación nos encantó, y dormimos estupendamente, nada de ruidos.
El banquete de la cena fue buenísimo, primero con el recibimiento en el jardín y más tarde en los salones. No llegué a probar el restaurante, pero sí el desayuno buffet, y creo que es de los mejores que he probado nunca, con un montón de productos frescos, huevos cocinados en el acto, ahumados, embutidos, frutas... creo que tardamos dos horas en desayunar. Si tenéis ocasión merece la pena darse el gustazo de un desayuno de éstos.
En resumen, un lujo de hotel, totalmente recomendable. Lo único malo es que sólo nos pudimos quedar una noche, pero en cuanto tengamos que volver a Zaragoza volvemos seguro.