Lo mejor de estas chanclas es su precio y es que yo las compré precisamente por eso. Por 2 euros cualquiera puede permitirse el riesgo y encima no es ningún riesgo porque el resultado es fantástico.
Estas chanclas son de goma y tienen una tira de plástico por la que metes los deditos, vamos, que es lo que se conoce como chancla de dedo. Normalmente este tipo de calzado me resulta difícil de soportar, pero con estas chanclas eso no me ha pasado. De hecho, las uso para todo, ya no sólo para ir del vestuario a la piscina cuando voy al gimnasio, me resultan tan cómodas que las he llevado a la playa y las uso en casa a modo de zapatillas. Estoy fresca y cómoda a partes iguales.
Podemos comprarlas en varios colores: Negro, blanco..., yo las cogí en morado, que es de mis favoritos.
Las tengo desde el año pasado y de momento siguen perfectas y eso que las he metido tralla. Incluso las lavo en la lavadora y es que al llevarlas a la playa y pisar por la calle la suela se mancha, pero después de la lavadora vuelven a parecer nuevas.