Normalmente no me gasto dinero en exfoliantes mecánicos pues creo que su efecto es fácilmente sustituible por zumo de limón, yogur y azúcar, pero hay que reconocer que muchos exfoliantes aportan algo mas que la simple eliminación de las células muertas, que es lo que hace el mejunje casero que os he contado antes.
Este producto nos aporta ese algo mas que os digo y es que no sólo elimina las células muertas y las descamaciones superficiales de la piel, sino que también controla el exceso de grasa gracias a la laminaria sacarina.
Se utiliza sobre la piel limpia y húmeda. Aplicamos una pequeña cantidad de producto y masajeamos con movimientos circulares. Hay que echar muy poquito porque cunde mucho. Su textura es como una mousse, pero con tropezones, jaja. No, pero el grano es bastante gordito, por lo que la exfoliación se nota bastante. Para pieles secas lo desaconsejo pues eso de que controle la grasa hace que notes una sensación de tirantez, y eso que mi piel es mixta.
No deja la piel irritada a pesar de ese grano que tiene. Eso es porque la flor de loto y el aloe acondicionan la piel e impiden la irritación.
Al principio este exfoliante parece caro, pues el tamaño de 75 ml cuesta 37 euros, pero no es caro pues cunde muchísimo. Yo sólo lo uso una vez a la semana, pero yo creo que lo tengo hace como medio año, así que merece la pena. Después sientes la piel súper limpia y el efecto del tratamiento posterior se nota mucho mas.