No me gusta nada la Cattier Arcilla Blanca Superfina. La compré pensando que no sería tanto lío prepararla, pero es un rollo total. Yo no tengo tiempo para tirarme una hora larga entre la preparación y el tiempo que la tienes que tener puesta en la cara para que te quede la piel limpia y reluciente.
La única ventaja que le encuentro es su precio. Sólo me costó 4,50 euros el envase de 200 ml que te da para muchas aplicaciones si te quedan ganas de volver a hacerte la mascarilla.
Para prepararla tienes que echar la cantidad que consideres que vas a necesitar en un bol no metálico, cubrir la arcilla con agua mineral, esperar media hora, después remover con una espátula que no sea de metal y aplicarla la cara y en el cuello evitando los ojos.
Tienes que esperar unos 15 minutos antes de poder retirarla con abundante agua tibia.
En total, como os decía, te tiras una hora larga. Yo no tengo tanto tiempo libre. Prefiero comprar mascarillas que vengan listas para aplicar.
Mi hermana le da otros usos a esta mascarilla. La usa para hacer cataplasmas y también como polvos de talco. Lo de los polvos de talco no os lo recomiendo. Cada cosa es para cada cosa como dice mi madre.
No os recomiendo la Cattier Arcilla Blanca Superfina. Es más suave que la verde que venden los de la misma marca, pero es un lío su preparación. Además no hace milagros. Yo noto que me deja la piel limpia, sin impurezas, pero otras mascarillas más fáciles de aplicar me la dejan igual o mejor.