Después de mucho mirar, Pronovias fue la marca en la que confié para mi vestido de boda. Desde que entré por la puerta a pedir información me trataron genial. Fue en la tienda de la calle Arenal de Madrid.
La primera vez que fui me dieron el catálogo para que lo fuera mirando y concertamos una cita. En casa elegí algunos de los vestidos que me quería probar, y al llegar a allí la chica que me atendió me los sacó, pero me dijo que me probara otros que ella había elegido. Dijo que según su experiencia me iban a quedar bien, que alguno de los que yo quería probarme eran demasiado recargados y me iba a ver mayor. Resulta que tenía razón, los encajes y las colas largas les quedaban muy bien a las modelos, pero a mí me ponían 10 años encima, así que al final me decidí por uno de los vestidos sencillos que la dependienta había elegido para mí. Me gustó en cuanto me lo puse, y lo mejor es que era mucho más barato que los que yo había mirado. Agradezco que me aconsejara, en otras tiendas se limitaron a probarme lo que yo decía, esta chicha me pareció muy profesional, y debería ser así ya que te vas a gastas más de 1000 euros en un vestido.
Poco antes de la boda tuve que volver a hacerme una última prueba y más adelante a llevarme el vestido. Lo pagué en dos veces, y me lo dieron en una funda a prueba de novios, para que mi pareja no lo viera, ya que le dejé afuera esperando con el coche. Si necesitas un vestido de boda o ceremonia pásate por Pronovias, te tratan muy bien, además los vestidos de ceremonia suelen tener buenas ofertas.