Mis labios suelen ponerse malos demasiado a menudo. Si hace frío se pelan, si hace calor se secan, si he tomado mucho sol me arden, si tengo estrés se me ponen rojos y escuecen... vamos que tengo que usar cacao siempre. A veces me acuerdo de protegerlos y a veces no y lo peor es que de una vez para otra suelo perder el protector labial y días después lo encuentro, así que me junto en casa con varios envases así que he decidido que cada vez me voy a comprar uno distinto, para no repetir marca o modelo.
El protector labial de Isdin tiene la ventaja de tener protección solar, así que es ideal para el verano, aunque no os lo recomiendo para la playa si os bañáis en el mar pues no es lo suficientemente hidratante contra el salitre.
Su uso es muy sencillo. Destapamos, giramos la base y va saliendo la barra. El producto es incoloro y no tiene sabor, aunque si un ligero olor como a vainilla o similar (soy malísima para concretar olores). Aunque si que notas como hidrata el labio, el acabado mate hace que la sensación no sea untuosa, sino que queda como seco, una hidratación sellada.
Lo ideal es llevarlo en el bolso y repetir el gesto cada poco tiempo. De ese modo nos aseguramos que tenemos los labios protegidos.
Sin embargo, aunque creo que como preventivo si que funciona, como reparador no sirve. Cuando tengo los labios irritados, no simplemente resecos me refiero, no me hace nada. De hecho, contribuye a la incómoda sensación pues me parece que me arden aún mas usándolo.