¿Rímel en las cejas? Pues sí. Te lo pones con el Rimmel London Professional Eyebrow Pencil y te quedan unas cejas dignas de una actriz de Hollywood.
Yo lo compré pro probar y me he hecho adicta a este lápiz que realmente me hace falta porque mis cejas no son gran cosa desde el día que empecé a destrozarlas con las pinzas de depilar. Empiezas a quitar los pelillos sobrantes y acabas dejándolas más despobladas que un desierto.
Este lápiz es muy sencillo. Se trata de un lápiz al que le quitas el capuchón y encuentras un pequeño cepillo con el que dar forma a tus cejas. Es muy fácil de usar.
Lo venden en tres tonos:
-Un “Dark Brown”, que es un marrón oscuro.
-Un “Hazel”, que es el marrón claro.
-Un “Black Brown” que a mí me deja las cejas negras.
Yo compro los dos primeros: el marrón oscuro y el marrón claro. Las cejas negras no me quedan nada bien porque soy rubia.
Os lo recomiendo. Tiene una textura cremosa que facilita su aplicación una barbaridad. Os decía que tiene cepillo. No sólo tiene cepillo, también tiene una punta cremosa. Yo primero me marco las cejas con el lápiz y después les doy forma con el cepillo. Me quedan ideales.
Hay otros lápices de cejas, pero no se pueden comparar en calidad con este Rimmel London Professional Eyebrow Pencil que yo conocí gracias a mi peluquera. me lo recomendó ella y fue todo un acierto. Era lo que necesitaba para que mis cejas se vieran perfectas.
Su precio es razonable. Me costó 5,95 euros en el Hipercor. Lo compré en los dos colores que os dije: el marrón oscuro y el marrón más claro.