Palacio De La Rambla: un hotel de cinco estrellas en la provincia
Enviado por...
Cleo5
Últimas opiniones
- Microondas que calienta la comida de forma rápida y uniforme sobre Microondas NEVIR NVR-6232
- Nuevo museo de arte contemporáneo de François Pinault en la ciudad de París sobre Bolsa de Comercio (Bourse de Commerce) [París]
- Una floristería que abre los sábados y domingos en Barcelona sobre La tienda de las flores
- Restaurante con recetas argentinas sobre Restaurante Ástor Puerta Cerrada en el barrio de La Latina de Madrid
- Plataforma de trading de criptomonedas que no te hace millonaria sobre Immediate Edge
- El perfume con un frasco que diseñó Coco Chanel sobre Chanel nº 5
- Una isla con senderos para practicar senderismo sobre La isla de Ons
- Hotel Campanile Barcelona Sud Cornella: un hotel barato en Barcelona
- Museo Nacional de Ciencia y Tecnología, Madrid: un museo para hacerte
- Madrid a pie: free tour por Madrid
- Cuenta inteligente EVO: una cuenta corriente sin comisiones
- Lunas de boda: te planifican la boda
- Mi ropa premamá: moda para mujeres embarazadas
- Carrefour Viajes: los viajes baratos de Carrefour
- Naranjas Lola: del árbol a tu mesa en 24 horas
Incidencias
Si hay algún problema, no dudes en decírnoslo:
Acerca de:Palacio De La Rambla [Úbeda]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Este verano estuvimos en el Palacio De La Rambla, un hotel de cinco estrellas recién estrenado en la provincia de Jaén, en Úbeda. El hotel está en un palacio del siglo XVI decorado como en sus mejores tiempos.
No puedo decir que me haya gustado mucho. Yo estoy acostumbrada a la modernidad, no a las camas con dosel y los pasillos de piedra alfombrados, las paredes de piedra, los muebles más viejos que los de una tienda de antigüedades.
Me sentí como si viajara al pasado. Hasta la encargada del hotel y los empleados te daban la sensación de ser seres de otros tiempos. Decía mi chico que la encargada le recordaba una ama de llaves de un castillo. Tenía razón. Cada vez que te cruzabas con ella parecía que te iba a preguntar qué querías comer ese día.
Nuestra habitación era amplia, con una cama de dosel que tenía una colcha en tonos rojos igualita a las que debían tener las camas del siglo XVI. Todo estaba a la moda renacentista. Hasta los muebles. Teníamos un armario que me daba cosa abrirlo. Parecía que iba a romperse al abrirle las puertas de lo viejo que se veía. Lo miré bien y no le encontré polilla. Aun así no deshice las maletas. Mi ropa no se colgaba en un armario centenario ni aunque me prometieran un premio.
Los jardines también me recordaron la Edad Media. Unas enredaderas subían por los arcos de lo que era un patio porticado.
Yo no sé cómo le dieron cinco estrellas a este Palacio De La Rambla. Comodidades tiene pocas. Por ejemplo, en el salón de desayunos casi me congelé. Lo único que valía la pena del desayuno era un bizcocho casero recién hecho que invitaba a repetir ración. Lo demás era bollería industrial y unos zumos de naranja que parecían hechos con unas naranjas excesivamente maduras. Me hicieron echar de menos los zumos de cartón que sirven en muchos buffets de desayuno de la mayoría de hoteles de este país.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar el Hotel Palacio De La Rambla. Con dos estrellas menos estaría muy bien. Para cinco estrellas se queda corto. A no ser que las cinco estrellas se las dieran por lo bien que recrea el siglo XVI.
No puedo decir que me haya gustado mucho. Yo estoy acostumbrada a la modernidad, no a las camas con dosel y los pasillos de piedra alfombrados, las paredes de piedra, los muebles más viejos que los de una tienda de antigüedades.
Me sentí como si viajara al pasado. Hasta la encargada del hotel y los empleados te daban la sensación de ser seres de otros tiempos. Decía mi chico que la encargada le recordaba una ama de llaves de un castillo. Tenía razón. Cada vez que te cruzabas con ella parecía que te iba a preguntar qué querías comer ese día.
Nuestra habitación era amplia, con una cama de dosel que tenía una colcha en tonos rojos igualita a las que debían tener las camas del siglo XVI. Todo estaba a la moda renacentista. Hasta los muebles. Teníamos un armario que me daba cosa abrirlo. Parecía que iba a romperse al abrirle las puertas de lo viejo que se veía. Lo miré bien y no le encontré polilla. Aun así no deshice las maletas. Mi ropa no se colgaba en un armario centenario ni aunque me prometieran un premio.
Los jardines también me recordaron la Edad Media. Unas enredaderas subían por los arcos de lo que era un patio porticado.
Yo no sé cómo le dieron cinco estrellas a este Palacio De La Rambla. Comodidades tiene pocas. Por ejemplo, en el salón de desayunos casi me congelé. Lo único que valía la pena del desayuno era un bizcocho casero recién hecho que invitaba a repetir ración. Lo demás era bollería industrial y unos zumos de naranja que parecían hechos con unas naranjas excesivamente maduras. Me hicieron echar de menos los zumos de cartón que sirven en muchos buffets de desayuno de la mayoría de hoteles de este país.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar el Hotel Palacio De La Rambla. Con dos estrellas menos estaría muy bien. Para cinco estrellas se queda corto. A no ser que las cinco estrellas se las dieran por lo bien que recrea el siglo XVI.
Fecha:08:14:46 29/10/15
- 1
- 2
- 3
- 4
- 5
Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
Etiquetas:hoteles, alojamiento, Jaén, palacios, Úbeda
© 2008-2024 Xakia.com.