El Hotel Victoria en Puebla de Sanabria, Zamora, es un hotel tranquilo que ha sido reformado hace poco tiempo. Todavía huele a albañiles, como dice mi madre.
No han estado muy acertados con la decoración. Le han dado un toque masculino que lo hace un tanto frío. Yo le hubiera quitado los tonos grises. Era mejor que hubiera optado por el blanco en todo. El gris es un color triste.
La habitación que nos dieron era amplia, luminosa, con una cama de matrimonio grande y confortable. No me gustaron los cojines que nos dejaron sobre la cama con las fundas en cuadros grises. Los quité porque eran un canto a la pena.
El cuarto de baño podía ser mejor. Estaba reformado, pero habían elegido unos sanitarios pasados de moda. También optaron por el gris mezclado con el blanco en la decoración. Un desacierto.
Pese a todo estuvimos cómodos. La habitación disponía de un buen televisor de pantalla plana. Los suelos eran de tarima de madera. Se veían muy limpios. El armario podía ser más grande, pero no estaba nada mal. Cupo toda mi ropa.
Nuestro cuarto de baño tenía bañera y ducha. Nos comentaron que en algunas habitaciones sólo tenían ducha los baños. Yo prefiero cuartos de baño completos. No me gusta renunciar a mi baño relajante. Nos dejaron artículos de aseo gratuitos y un secador de pelo decente.
Os recomiendo este hotel. Tiene habitaciones mejores que otras. La nuestra era de las mejores, de las que tenían una zona de estar. Desde las ventanas se veían las ventanas de los alrededores. Nos ofrecieron otra que tenía vistas al río, pero yo me decanté por la que tenía vistas al monte. No me gustan mucho los ríos.
Desde el hotel puedes ir andando al centro del pueblo. Yo sólo fui un día. Había que subir una cuesta que no era para mis niñas. Ellas no son de andar. Ven una cuesta y se quejan más que las hijas de un millonario.