Soria es una ciudad pequeña, perfecta para una escapada de fin de semana y es que se puede ver perfectamente en un día y aún sobrarte tiempo para tomar un vino y disfrutar de su fantástica gastronomía y es que en Castilla se come de maravilla. La única pega que le pongo es el clima y es que en verano te cueces y en invierno te mueres de frío. Bueno, y eso de que en verano te cueces no se, porque he estado a mediados de junio y me he muerto de frío con 10 grados (no iba preparada para esa temperatura, esperaba calor y no llevé ropa de abrigo). Pero eso es culpa del cambio climático, no sólo ocurre en Soria.
Soria es la ciudad de Machado y muchas de sus atracciones turísticas están vinculadas a él o la literatura en general. Todo es como muy culto, pero al ser pequeño no es una ciudad que canse a pesar de tener un amplio patrimonio cultural. Sin embargo, las iglesias románicas y los edificios en general se combinan con amplias zonas verdes, parques y paseos que harán que la visita sea súper amena.
Mención aparte merece la Ermita de San Saturio, al otro lado del río, una ermita excavada en la misma piedra que no podéis dejar de visitar y encima es gratis!! Ese es otro punto a favor de Soria: Muchos de sus monumentos tienen entrada libre o con un precio insignificante, lo que permite al turista visitarlos sin arruinarse.
Hay un trenecillo turístico que vimos pasar junto a la concatedral, pero no se donde se coge. Sin embargo, no hay necesidad de cogerlo pues toda la ciudad se anda de punta a punta en 20 minutos.
El centro histórico es peatonal, pero no tendréis problemas para aparcar cerca. Eso si, el centro es zona azul, así que si no queréis pagar tendréis que alejaros un poquito, aunque ya os digo que aun aparcando un poco más lejos no andaréis mucho. Todo esta cerca en Soria.