Acerca de:Ermita de San Saturio [Soria]
Ventajas:Gratis y curiosa
Desventajas:Acceso en coche
Cuando dije que iba a pasar un par de días en Soria, la gente que lo conocía me recomendó la visita a esta ermita. La verdad es que estaba un poco harta de iglesias, pero al buscar información sobre ella vi que no se trataba de un templo normal, así que para allá que fui y no me ha decepcionado lo más mínimo.


¿Por qué visitarla?

Pues porque la Ermita de San Saturio está excavada en la roca. Aprovecha su emplazamiento sobre la montaña para que ésta le forme una pared natural. Eso hace que su vista desde el otro lado del río sea espectacular. Parece surgir de la misma montaña.
Pero es que lo mejor es cuando pasas el río y vas a entrar en la ermita. La entrada está excavada en la roca y entras por una gruta hacia la ermita. La gruta se abre a unas escaleras y asciendes hacia nuevos espacios. Parece increíble que algo así pueda existir pues te vas adentrando en la montaña. Hoy en día nada de eso es difícil pues existen muchas herramientas capaces de horadar montañas y lo que se tercie, pero que esto lo hayan hecho con herramientas de otro siglo es lo que me llama la atención.

No hay demasiada decoración en las grutas: Alguna vidriera y escultura, pero todo es muy austero, incluso la tienda, apenas nada que comprar. Entre eso y que la entrada es gratuita, es un lugar poco rentable para Soria.
A medida que subimos escaleras nos vamos encontrando con plantas un poco mas tuneadas para facilitar la accesibilidad y evitar sustos a turistas torpes o despistados. Eso le hace perder un poquito el encanto pues en lugar de piedra encuentras paredes de madera, pero a cambio todo es más confortable.

En el último piso están las dos joyas de la ermita, dos capillas con toda la liturgia de cualquier iglesia: Altar, retablo e incluso fresco en el techo. Merece la pena detenerse a contemplar con detalle cualquiera de las dos estancias y tomar conciencia que estamos en una montaña.

Desde allí salimos a unas escaleras que descienden aprovechando la ladera y que nos llevan nuevamente a la entrada a la gruta y al aparcamiento.

Mi consejo principal es que os acerquéis por el lado contrario del río y dejéis allí el coche. De ese modo podréis contemplar la ermita de frente, aunque lo más importante es que no tendréis que pasar por un hueco estrechísimo de dos metros de ancho por el que el coche parece no entrar. Ese es el mal recuerdo que tengo de la visita. Tuvimos que meter los retrovisores y todo, y nuestro coche no es grande.
Fecha:21:32:27 20/06/16
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes