Las Ruinas de Uxmal no son tan conocidas como las de Chichen Itzá y después de visitarlas me pregunto por qué y es que resultan al menos tan impresionantes como éstas, si no mas.
Uxmal son unas ruinas mayas en un excelente estado de conservación con una magia especial pues están en medio de la selva. Te sientes como Dora la exploradora, jaja, y es que después de recorrer un sendero entre árboles de repente aparecen los restos de un edificio de piedra bien trabajada. Eso impresiona un montón.
Y no sólo es eso, también encontramos edificios imponentes en zonas despejadas. Nada más entrar a la zona arqueológica nos damos de bruces con la pirámide del adivino, totalmente diferente a la de Chichen pues es redondeada, no se si por el paso del tiempo, la erosión y las inclemencias meteorológicas o porque la construyeron así, pero resulta una sorpresa.
Y es una sorpresa que no viene sola porque todo el yacimiento está plagado de joyas arquitectónicas. Mención especial merece el palacio del Gobernador, una imponente mole de piedra sobre una explanada a unos doce metros de altura desde la que podremos contemplar el conjunto de los edificios.
Hay muchas más ruinas a destacar en el yacimiento. Hay un juego de pelota (si habéis estado en Chichen éste os parecerá ridículo), la Gran Pirámide, el cementerio , el palomar,.., y mas que ahora no recuerdo, pero que merecen la pena.
Consejos:
Pues lo de siempre para este tipo de visitas. Calzado cómodo, preferentemente zapato cerrado pues hay que subir y bajar escaleras. Protección solar, gorra y mucha agua porque hace calor y, aunque hay zonas de sombra, la mayoría del trayecto lo pasaréis al sol.
Cómo llegar
Nosotros fuimos en coche de alquiler. El yacimiento tiene aparcamiento de pago que cuesta unos 50 pesos (2’5€).
Si quieres ir en trasporte público no es tan fácil como visitar Chichen o Tulum y es que Uxmal parece estar en mitad de la nada. Creo que tienes que llegar a Mérida y allí coger un transporte colectivo, pero yo os aconsejo que si vais a visitar estas ruinas lo hagáis con vehículo propio pues eso os dará más libertad.
Precios:
Me sorprendió el precio de las entradas porque al tratarse de un sitio tan apartado esperaba que fuera muy barato y no, cuesta casi lo mismo que entrar a Chichen Itzá. Tened en cuenta que tendréis que sacar dos boletos diferentes, uno de 65 pesos y el otro de 143 (mas o menos). Creo que uno es para patrimonio y otro para el estado, pero no me quedó muy claro.
En resumen, un lugar que no os debéis perder porque es totalmente diferente, pero que hay que planificar bien porque los kilómetros en Riviera Maya no son como los de España, así que mejor hacer noche en alguno de los hotelitos junto a la zona arqueológica.