Nunca había estado en Astorga, León, hasta la pasada semana. Mi marido quería llevar a las niñas a ver las murallas. Sí, digo bien: murallas, porque en Astorga hay murallas construidas a lo largo de la Historia antigua. Empezaron a poner muros alrededor de la ciudad los romanos en el siglo III y continuaron amurallando la ciudad en los siglos de la Edad Media porque en guerras anteriores las murallas se les vinieron abajo.
Empezamos nuestro paseo por Astorga en el Palacio Episcopal. Es una zona muy bonita, con jardines y bastante gente andando, sobre todo ahora que los médicos nos mandan a todos andar para frenar el colesterol. El palacio es una obra del famoso Gaudí. El clero siempre tuvo dinero para construir maravillas donde vivir como reyes en la tierra. Este palacio es del siglo XIX.
Pasamos de la catedral. Mi chico quería entrar, pero yo no tenía el cuerpo para templos. La catedral es como un puzzle de estilos arquitectónicos, pero es bonita. Empezaron a construirla en el siglo XI y fueron poniéndola a la moda según pasaban los siglos y los años.
Donde paramos más tiempo fue en el museo romano. Mi chico es un fan de los romanos y allí disfrutó un montón viendo los restos del imperio romano. Me recordó bastante a los restos del Imperio Romano que se conservan en Mérida. Mis hijas lo pasaron muy bien con el audiovisual que proyectaban en la planta baja del museo. Todo lo que son vídeos y televisión les chifla.
Dejamos para otro día una ruta guiada que hacen por los restos romanos de Astorga. No les pregunté ni cuánto costaba. Así sé que la haremos en otra visita. Saber los precios te quita la ilusión.
En Astorga hay muchos restos de los romanos del famoso imperio. Tienen termas mayores, termas menores, cloacas... Los romanos tenían una ciudad muy bien montada. Fue una pena que los echaran de la Península Ibérica.
Os recomiendo visitar Astorga. Es una ciudad tranquila con mucha historia. Me apreció perfecta para darle a mis hijas una clase de Historia real sobre el terreno.