Anaïs Anaïs de Cacharel es una fragancia que recuerdo de toda la vida, pero esta es una versión más intensa de la fragancia clásica, que era un eau de toilette.
No me gusta mucho, pero fue un regalo y de vez en cuando me la pongo para terminarla, pero es inacabable. Claro, me la pongo muy poco y uso poca cantidad. Creo que permanecerá conmigo siglos.
Este producto es un agua de perfume muy floral, con toques orientales y amaderados que no recomiendo para cualquier momento del día. A mi me gusta para momentos especiales, momentos en los que vas más arreglada y es que me parece un perfume elegante, aunque su intensidad hace que sólo lo use en invierno. Para el verano me gustan los aromas más frescos.
La salida es intensa, totalmente floral. Lleva jacinto y flor de azahar y en sus notas medias se hace aun más floral. Parece que estás adentrándote en un jardín lleno de rosas y jazmines. Demasiado para los meses calurosos de verano, pero perfecto para una noche fría.
Lo mejor de esta fragancia es su fijación. Aguanta muchísimo en la piel. De hecho, me gusta mucho mas después de un rato pero es que yo soy de fragancias más sutiles. Tanta intensidad me mata un poco, así que procuro usarla esos días en los que voy a estar en espacios amplios. No quiero que tanta flor me empalague, cosa que me ocurre cuando hace calor.