No soy muy de maquillarme las pestañas y tengo dos problemas para hacerlo. Por un lado llevo gafas, con lo que no me veo muy bien para hacerlo, pero la razón principal es porque tengo las pestañas largas y si me las maquillo muchas veces me dan contra las gafas, lo que resulta muy incómodo.
Better than Sex es de esas máscaras de pestañas que sólo puedo usar con lentillas y es que alarga la pestaña de una manera espectacular. La tecnología que hay detrás de eso es el colágeno aplicado a las pestañas, consiguiendo así un rizo y volumen alucinantes.
Su cepillo es diferente a todos los que conozco. Normalmente son abombados o triangulares. El cepillo de la máscara Better Than Sex recuerda un poquito a un diávolo en su forma. De ese modo puede recoger muy bien las pestañas desde su base e irlas rizando por completo.
Lo que más me gusta es que no hace grumos ni apelmaza las pestañas, sino que las define muy bien, abriéndolas un poco en abanico. De ese modo tenemos pestañón pero sin peso y es que si depositas mucho producto a veces, al cabo de unas horas, la pestaña pesa y te deja un aspecto de ojo triste.
Yo tengo una minitalla y cunde un montón. Hay que tener en cuenta que lo uso poco. No lo veo para usar a diario pues ya os digo que hace pestañón, pero es que yo sólo lo puedo usar con lentillas, así que sólo lo uso cuando salgo.
Respecto al desmaquillado de la pestaña pues bueno, como todos los productos de este tipo. Hay que trabajarlo un poco para eliminar los restos de máscara, no veo diferencia con otros.