La princesa Paca es una novela escrita por la nieta de esta princesa que no era princesa sino una jardinera analfabeta que enamoró a Rubén Darío. Francisca Sánchez es todo un personaje en una época en la que se estilaban los matrimonios serios. No estaba bien vista una mujer que se iba a vivir con un hombre casado por muy poeta que fuera.
Rosa Villacastín no pierde la oportunidad de hacerse saber nieta de la Princesa Paca. Menos mal que no desciende de Rubén Darío porque no cabría en sí de gozo y felicidad heráldica. La novela podría estar mejor escrita. Es un quiero y no puedo. La nieta de Paca resume la vida de su abuela en 350 páginas. Daba para más páginas.
Tan regular como el libro está la película que hizo Televisión Española basándose en este texto. Es una película un tanto triste porque hay mucho niño muerto y la santería de la esposa de Rubén Darío te pone enferma. Yo hubiera dejado a Rubén con sólo saber que venía de los brazos de una santera. Esas religiones raras me dan mucho miedo. Prefiero no saber nada de ellas.
Paca, en cambio, se atreve a enfrentarse a un destino de niños muertos y marido que no es marido borracho. Rubén Darío da pena tanto en el libro como en la película. Es un hombre que nada en alcohol. Verlo escribir un simple artículo para un periódico con una copa interminable al lado del folio da asquito.
En todo caso, os recomiendo este libro. Te vale para descubrir a Francisca Sánchez, el amor español de Rubén Darío. La hija del jardinero de Alfonso XIII supo engatusar al Príncipe de las letras. Lo malo es que no había mucho que enamorar. Rubén Darío hacía unas poesías preciosas, pero él no era precioso. Le podía la borrachera y la melancolía existencial. Tampoco quedan bien los escritores del momento. Vemos a un Valle Inclán metido en peleas, a una Emilia Pardo Bazán que parece una vendedora de pescado y de los otros escritores no hablo porque no salen de un grupo de señoritos barriobajeros.