Pasé unos días en el Parador de Ferrol cuando fuimos a Galicia a la boda de una prima de mi marido y me resultó un parador un tanto raro. Está en una mansión señorial con aire marinero por fuera y por dentro. Si en los jardines tienes una decoración con anclas y artilugios de los barcos, dentro la decoración con motivos náuticos es total. Ni las habitaciones se salvan del estilo marinero.
Mi chico estuvo en su salsa. Le dije que ni se le ocurriera pensar que iba a decorar nuestra casa con mapamundis y detalles de navegación. Una cosa es que te guste el mar y otra cosa es que seas una friki de las cosas marinas.
Nos dieron una de las mejores habitaciones del parador. Teníamos un bonito balcón con vistas sobre el puerto de Ferrol. Fue lo que más me gustó. Otras habitaciones eran peores. También eran más baratas. Pero yo prefiero pagar más y tener una habitación amplia con vistas al mar. Estoy cansada de tener en mi casa una habitación con vistas a la casa de los vecinos de enfrente.
Os recomiendo este parador. No debes perderte su comedor. Es una estancia con grandes cristaleras que te levantan el buen humor. Lo que necesitas para salir de las depresiones que te ocasiona la vida es una casa bien iluminada. También os recomiendo comer en este Parador de Ferrol. Se come de cine. A nosotros no sirvieron una sopa ferrolana que casi me hizo repetir plato y mira que yo no soy de sopas. El pulpo a la mugardesa es una delicia y no os quiero ni hablar de la tarta típica de Ferrol porque se me hace la boca agua. Mis hijas no querían comer otra cosa. Sólo por la buena comida de su restaurante vale la pena alojarse unas semanas en el Parador de Ferrol. No descartamos volver. Fueron muy atentos con nosotros.