En McCreedy and Schreiber tienen el surtido de botas más amplio de toda Nueva York. También tienen los precios más caros. Yo siempre voy a esta zapatería cuando me acompaña mi chico en la Gran Manzana. Él paga y yo compro. Es cuando más lo quiero.
la última vez que estuvimos me compró las famosas Frye, unas botas que causaron sensación entre mis amigas. Yo ni las conocía, pero, cuando la empleada de McCreedy and Schreiber me dijo que eran unas botas famosas, no lo pensé dos veces: tenían que ser para mí. Lo que es famoso te hace famosa entre tus amistades.
En McCreedy and Schreiber te tratan como a una reina. Por eso tienen tantas clientes extranjeras. Con las europeas se desviven. Nos deben considerar millonarias. A mí me enseñaron un montón de botas, desde las más caras a unas que eran más baratas, pero, como os dije, en esta zapatería el calzado es caro. Empiezas a pasar los dólares a euros y la cabeza te da vueltas.
Las botas más caras que tienen son las Luchese. Las probé y eran divinas. No me apretaban, no las notaba pesadas y la chica me dijo que no metían agua. Miré para mi chico, pero no ponía cara de querer pagarlas. Por eso las dejé. Ya le dije´que en mi próximo viaje a Nueva York tengo que comprar unas botas Lucchese o sí o sí. De lo contrario habrá un divorcio en nuestra casa.
Os recomiendo la zapatería McCreedy and Schreiber. No debes dejar de visitarla, aunque no les puedas comprar nada, si vas a la Gran Manzana. Siempre tiene gente, pero te atienden rápido. El personal es muy amable. Te dejan probar todos los zapatos que quieres sin ponerte mala cara, como acostumbran a hacer en las zapaterías españolas. Por eso siempre les acabas comprando algún calzado que te enamora. Pruebas y compras fijo.