¡¡Hola a todos!!
Como algunos de vosotros ya sabéis, en mis pasadas vacaciones aprovechando que estábamos por la comunidad autónoma de Extremadura, decidimos pasar unos días por la ciudad de Sevilla ya que teníamos ganas.
Entre todos los restaurantes y establecimientos donde comimos o cenamos, éste fue uno de ellos. Y es que en el restaurante que estuvimos en Cáceres, el chico nos recomendó éste en Sevilla y nos animamos a probarlo. En esta ocasión me gustaría hablaros del restaurante Matsuri.
CARACTERÍSTICAS
El restaurante Matsuri es un restaurante japonés que podemos encontrar en la ciudad de Sevilla. La ubicación exacta del mismo es la calle Amor de Dios,68. Dispone además de una página web oficial http://www.matsurisevilla.com/ y de un teléfono personal el cual es 954 90 83 69.
Ofrece a sus comensales una cocina típicamente japonesa donde podemos degustar entre otros platos: arroces, entrantes, pescados, tatakis, nigiris y sashimis, entre otros.
Entre las atracciones turísticas más importantes que hay por la zona se encuentra el propio casco histórico de Sevilla, la Alameda de Hércules y el Palacio de Dueñas, entre otros.
HORARIO
Tiene un horario de apertura a los clientes de lunes a sábado de 13:00 horas a 16:00 horas y de 20:30 horas a 00:00 horas cerrando los domingos por descanso semanal.
MI EXPERIENCIA PERSONAL
Pues como os decía anteriormente, la vez que estuvimos en el restaurante de Cáceres, al dueño le comentamos que últimamente nos gustaba el tema del sushi y nos recomendó este restaurante de Sevilla que estaba muy bien.
La verdad tengo que decir que desde el final de la calle Sierpes hasta donde se encuentra el restaurante se nos hizo un poco lejos pero con paciencia todo llega. El restaurante se encuentra en un lateral del Parque de la Alameda, no en el mismo parque pero sí a un lado.
Tiene la entrada en un lateral que da directamente al comedor. Nos atendió enseguida una chica y nos asignó en la primera mesa de la puerta por el hecho de llevar la silla del niño para tener más espacio.
Miramos un poco la carta pero enseguida tuvimos que decirle a la chica que nos recomendara. Justo a la que le comentamos no hablaba mucho castellano y llamó a otra que nos informó, la verdad que genial el trato en todo momento de los camareros. Siempre hablando bajito, muy formales, respetuosos y con buenos modales.
Para beber pedimos una botella de agua grande y empezamos por el toro roll que consistía en un rollito grande de sushi partido en 7 u 8 trozos todos del mismo modelo. Éste creo que llevaba atún rojo, huevas y tobiko además del relleno de dentro del sushi. Es el que os pongo más abajo en la foto.
Además también pedimos unos pocos nigiris que éstos se piden por unidad. Quisimos probar un nigiri de vieira cada uno y otro de buey. Venían en un plato perfectamente emplatado, muy diferente a lo que antes habíamos visto en otros japoneses y en particular me gustó más el de buey que venía con un huevo de codorniz por encima pero el de vieira también estaba muy bueno.
También nos animamos a pedir una tempura de cococha y éste plato en particular le gustó mucho a mi hijo el mayor. Era como una especie de pescado con un rebozado en forma de tempura. La verdad que muy suave, crujiente y bueno de sabor.
Tras cenar ésto nos animamos a probar otros dos nigiris que teníamos ganas. Uno de ellos era el nigiri de pez mantequilla y otro de ventresca de atún rojo. Tenía un poco de repelús con lo del pez mantequilla porque lo había probado en otro restaurante de Vitoria y no me había gustado nada, pero éste en particular me sorprendió porque estaba buenísimo y se deshacía en la boca y el atún rojo de calidad.
Después de todo ésto nos animamos con el postre. Pedimos un helado de violeta y en cuanto llegó nos quedamos con la boca abierta con el emplatado que le habían dado. Además no os podéis hacer una idea de lo bueno que estaba el helado de violeta. Este venía con una figura de chocolate por encima, con la bola de helado de violeta debajo y de base una galleta como de cookies desmenuzada y en trocitos con frutos rojos. La verdad que una pasada.
La decoración del restaurante típicamente japonés con tonos negros y naranjas y una luz casi tenue que invita a cenar de una forma tranquila y relajada.
Todo esto nos vino a costar 73,15 euros. La verdad que yo diría que la relación calidad precio es buena porque los platos son diferentes, su emplatado y su sabor pero no deja de ser un restaurante caro. Nosotros nos dimos ese día el gustazo y nos encantó, pero no es para todos los días.
CONCLUSIÓN
La verdad que cenamos muy diferente y nos gustó todo. Se trata de un japonés de nivel que os recomiendo si queréis probarlo pero preparad la cartera, eso sí.
Un saludo a todos