Cuando nació mi primer hijo, una amiga le regaló una cesta preciosa con varios productos de Mustela. Entre ellos se encontraba este aceite de masaje.
En principio no sabía muy bien qué uso darle al aceite, pero en el cursillo de recuperación posparto que hice, la matrona nos recomendó que lo compráramos para la siguiente clase en la que nos explicaría cómo dar masajes al bebé. El masaje proporciona un enorme bienestar al recién nacido, al bebé e incluso a niños más mayores.
Este aceite se presenta en un bote en formato spray con los colores característicos de la marca (blanco, azul y rosa) y con las letras en blanco. Su tamaño es de 100 mL. que, en principio, no parece mucha cantidad, pero ya os digo que cunde muchísimo.
Su precio, en farmacia es de unos 10 euros, pero en parafarmacia lo encontraréis por unos 8 euros.
Utilizarlo es muy fácil, gracias a lo cómodo y práctico de su envase: simplemente hay que vaporizar en las palmas de las manos, para que el aceite adquiera nuestra temperatura corporal y después se procede al masaje.
Este aceite en concreto, hidrata y refuerza la protección natural de la piel con la gran cantidad de ácidos grasos esenciales que contiene, así como un complejo vitamínico destinado a la suave y frágil piel del bebé. Por supuesto su fórmula es hipoalergénica.
Aunque es un aceite, se extiende con una gran facilidad y se absorbe rápidamente sin dejar una película grasienta sobre la piel, que después queda especialmente suave y con ese tacto de seda y ese aroma tan rico a bebé.