Me gusta el olor que deja el Air Wick Essential Mist en mi cuarto de baño, que es donde más falta hace un ambientador. Este ambientador no te sale barato porque tiene un gasto de tres pilas y unos recambios de aceites esenciales que hay que comprar a mayores. Pero, cuando lo pruebas, te enamora.
Yo siempre me resistí a comprar los ambientadores de Airwick porque no me gusta nada que necesite recambios. Soy de usar y tirar. El Air Wick Essential Mist legó a mi casa por un regalo de mi suegra.
La madre de mi marido lo había encontrado a mitad de precio y compró varios: uno para ella, otro para mí y un tercer ambientador para su hija. Le salieron a 9,90 euros. Puede parecer caro, pero no lo es porque sin descuento cuesta 19,90 euros. Afortunadamente, suele haber promociones de tres por dos en grandes superficies. Intentan venderte el ambientador para que tengas que comprar recambios. Así se forran.
Como os decía, me gusta su olor relajante que le dan los aceites esenciales naturales que contiene. También me gusta que sea más sano que otros ambientadores que no son nada naturales y meten en tu casa aromas artificiales casi tóxicos. Prefiero los ambientadores más naturales, menos nocivos para la salud.
Yo lo tengo siempre encendido en el cuarto de baño. Le regulo la frecuencia según haga falta más olor o menos olor. Nunca lo quito del cuarto de baño. Mi suegra, en cambio, se lo pasea por toda la casa. Es muy tacaña la pobre. Con un ambientador se arregla.
Os lo recomiendo. Es una pena que no se más bonito. En ese color negro que tiene resulta un botecito discreto, pero yo lo hubiera preferido en otro color. El negro no es un color que me entusiasme. Blanco hubiera resultado manchadizo, pero verde o azul estaría perfecto. El fabricante debería plantearse fabricar el Air Wick Essential Mist en distintos colores y no sólo en negro.