¡¡Hola a todos!!
Ahora os voy a hablar de uno de los lugares más impresionante que tiene la ciudad de Córdoba. Os quiero hablar de la Mezquita-Catedral. Desde mi punto de vista, ir a visitar la ciudad de Córdoba y marcharte sin ver la Mezquita-Catedral no tiene perdón. Es una visita totalmente obligada y que todo el mundo debería de hacer al menos una vez en su vida porque os aseguro que no os vais a arrepentir.
La visita a la Mezquita la hice en mayo de este año, de 2009 con mi amigo de Sevilla. Nos salió un día caluroso de mayo que yo, como norteños que soy no estaba acostumbrado y ya iba con la gota de sudor por todos los lados mientras visitábamos esta ciudad. Después de atravesar por el barrio de la Judería, llegamos a este punto del mapa, la Mezquita-Catedral que se sitúa en el centro de la ciudad.
La imagen por fuera de este lugar es de lo más espectacular. Es frecuente ver coches de caballos alrededor de la catedral al igual que por el centro de Sevilla. La afluencia de gente, turistas con cámara de fotos era bastante grande, así que en este punto me empecé a agobiar un poco. Me sorprendió bastante y para bien la imagen que veía de las paredes de la mezquita-catedral.
Estas paredes están hechas absolutamente de bloques de piedras enormes y hay numerosas escaleras de piedra que llegan a unas puertas que tienen una forma de los típicos edificios de los antiguos moros. Además pude comprobar que las puertas son enormes y tienen un cierto color dorado. Alrededor de estas puertas, está el logotipo de los arcos que adornan la totalidad de la fachada y ese tono rojizo que hace estas pinturas o relieves aun más impresionantes.
Si es bonito por fuera, imagínate por dentro pensé. Nos dirigimos a una de las puertas que estaban abiertas y pasamos a el patio interior donde es de acceso público para todo el que quiera y totalmente gratuito. El patio también me encantó, ¡¡que pasada!! Es un patio enorme, que llega hasta el otro lado de la calle, con muchos árboles en su interior y una fuente más o menos a la mitad. Desde aquí se aprecia perfectamente el campanario. Es en este lugar donde se tiene que coger la entrada para entrar al interior de la Mezquita-catedral. A nosotros nos costó 8 euros por persona, no me parece excesivamente caro para la importancia que hay dentro de esta catedral.
Nos dirigimos a una de las enormes puertas que hay en una de las paredes de la mezquita y ya nos adentramos en el interior. Nada más entrar se percibe perfectamente el frescor de temperatura y los miles y miles de arcos que hay en su interior todos colocados simétricamente que parece que no tiene fin con tonos rojizos de color teja. Las columnas están hechas de mármol, muchas erosionadas por la cantidad de visitantes que alberga este lugar. El techo también es digno de ver, con miles de figuras y mosaicos que parece que están talladas en madera.
A lo largo de todo el recorrido por las miles y miles de columnas, hay expuestos al público restos de figuras de cerámica, imágenes evangelistas, etc. Llegando al medio de este habitáculo es cuando más luz natural se tiene pues es donde se encuentra el altar con sus bancos de la propia catedral. Aquí el color rojizo ya no es tan frecuente y predomina el blanco con mucha luminosidad que entra desde lo alto de la cúpula. En este lugar se puede apreciar un enorme y precioso órgano, es alucinante.
A lo largo de toda la visita, predominan muchas imágenes y formas de moros y absolutamente todo es un verdadero arte. La visita nos llevó más o menos 2 horas pero íbamos con mucha tranquilidad y viendo todo bien bien, además aprovechando el fresquito.
Lo único malo que puedo decir de este lugar, es que no se que manía le han entrado a las rumanas de colocarse todas ellas justo a la entrada o salida del patio de la catedral-mezquita y con esa voz que parece que les falta el aire ponerse a pedir y pedir. Me parece que empeora un poco este lugar, aunque el caso es pasar de ellas porque en ocasiones llegan a cansar con el vasito en la mano y pidiéndote dinero, eso sí, pero comida no quieren.
Es una visita obligada, no os vais a arrepentir para nada de visitar este lugar que tiene muchos años de historia. Me encantó, seguro que más tarde volveré para verlo de nuevo porque me encantó.
Un saludo a todos.