Me gusta tener dinero en casa, sobre todo desde que un día quedé sin cash porque el cajero que hay donde mi casa no funcionaba. Fue cuando empezaron a entrar las cajas fuertes en mi casa. Ahora tenemos varias. Una de ellas es la Caja fuerte de sobreponer electrónica PRIME, una caja fuerte muy sencillita que no es nada cara.
Me costó 24,90 euros. Estaba de oferta. Sin descuento esta caja fuerte cuesta 42 euros. Tampoco me parece tanto dinero. Es una caja fuerte sencilla pero resistente. Mi chico temía que no nos diera tan buen resultado. Una vez que la vio en funcionamiento la quería para él.
Es una caja fuerte que no tiene mucha ciencia. Sólo tienes que marcar un número clave con sus teclas de color azul con números blancos y recordarlo. Es lo malo de las cajas fuertes: tener que recordar la clave. Yo se la cuento siempre a mis hijas para que la recuerden ellas. Soy de las que se olvidan hasta de lo que cenaron ayer. Me parece una tontería recordar cosas que puedes anotar para que las recuerde un papel por ti.
Las medidas de esta caja fuerte de color negro y forma rectangular perfecta son 31 x 20 x 20 centímetros. No es mucho trasto. La puedes guardar en un armario o en un cajón. Queda discreta.
Os la recomiendo. Aunque no creas mucho en la seguridad de las cajas fuertes es conveniente tener una en casa. Siempre hay cosas que quieres guardar, aunque no sea dinero. Por ejemplo, joyas, o esas facturas de compras locas que no quieres que vea tu esposo. A mí me gusta. Tiene un diseño clásico y lo clásico siempre es bonito. El toque blanco que tienen en la parte de la rueda y de los números le da un toque barato que me gusta. Es mejor una caja fuerte que no se ve cara. Los ladrones seguro que piensan que una caja de seguridad barata no tiene gran cosa. Ni merece la pena abrirla.