Acerca de:El teniente corrupto [Abel Ferrara]
Ventajas:De culto. La interpretación de Harvey Keitel.
Desventajas:Muy dura, durísima.
“Teniente corrupto” (Bad lieutenant) fue rodada por Abel Ferrara a principios de los años 90. El estreno de un remake absolutamente innecesario protagonizado por el histriónico Nicolas Cage El fin de semana pasado, trajo de nuevo esta película a mi memoria y anoche la vi de nuevo.

Sin duda, creo que es la película más dura que he visto en mi vida. Es una historia cruel, repleta de amoralidad y que no os dejará indiferentes.

En la cinta, un teniente de policía de Nueva York, drogadicto, jugador empedernido, carente de moral, pero profundamente católico debe resolver un caso terrible que podrá a prueba su fe y por el que se ofrece una recompensa: la violación de una monja joven.

El teniente es interpretado por Harvey Keitel, en el que es, con mucho, el mejor papel de su carrera. Su personaje es complejo y de una gran profundidad. Las escenas más duras son las del yonkie Keitel inyectándose heroína y experimentando la degradación moral más terrible, el descenso al infierno. Lejos del buenismo imperante en el cine actual, Ferrara nos muestra al hombre malo por naturaleza, al antihéroe en estado puro y todas las miserias de la condición humana siempre atormentada por la culpa y la necesidad de perdón.

La única salida posible para tanta angustia física y psicológica es la redención. El Teniente se enfrenta entonces a una prueba de fe y de su capacidad para perdonar. La violación de la monja es el detonante de la búsqueda interior que emprende el policía.

Además de las impresionantes escenas del teniente drogándose, hay una escena clave en la película:
La monja que ha sido violada reza de rodillas frente al altar. Aparece el teniente y se arrodilla junto a ella.
-TENIENTE: Los otros policías sólo conseguirán llevar a esos muchachos al tribunal de menores. Y saldrán, ¿entiende?... Pero yo pasaré del tribunal y haré justicia. Justicia, por usted.
-MONJA: Yo ya les he perdonado.

Como ya he dicho antes, Harvey Keitel está soberbio interpretando a un personaje torturado que quiere redimirse sea como sea y cuya evolución a lo largo de la cinta es palpable. Espeluznante la escena en la que Jesucristo "in person", se le aparece y él le implora su perdón…

En definitiva, una película de culto, imprescindible y no apta para almas sensibles. Dura, durísima…pero un peliculón.
Fecha:10:07:24 12/01/10
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Votos:no disponible.
Categorías:Ocio y cultura