Es duro no hablar todo lo bien que se pueda esperar de una película de Hitchcock como podáis esperar, pero es que esta es mi opinión y es lo que realmente me parece esta película.
En el aspecto positivo, debo destacar la sencillez que se formula el argumento, así como la capacidad de transmitir los sentimientos y sensaciones de los personajes al espectador, como son angustia, tensión y terror, entre otras.
En el plano interpretativo me quedo con la maravillosa Jane Leight en su papel protagonista, que lo borda pese a que en diálogo es bastante escasa la película, sí que exige del actor una gran capacidad de transmitir de forma gestual.
Por último, es inevitable borrar de nuestras retinas la escena del apuñalamiento, que ha pasado a los anales de la historia cinéfila, pese al metraje que queda por delante desde la muerte de la protagonista.
En el aspecto negativo, debo decir que la película me parece lenta y parca en diálogos, lo que puede provocar en el espectador de fácil distracción, la aparición del sopor.
A pesar de mi crítica, debe considerarse como obra maestra, y por tanto, de obligado visionado, aunque sea en blanco y negro, procurando huir de malos remakes posteriores.